Bisturí Solidario, impulsada por el doctor César Ramírez, ha realizado intervenciones quirúrgicas a más de 1.300 personas en siete países africanos desde 2018 cuando comenzaron sus campañas de cirugías en distintas especialidades. Pero esta fundación no se queda ahí y siempre da un paso más con otras acciones para las que cuenta con la «enorme» solidaridad de los malagueños. Bisturí Solidario intervenciones quirúrgicas en siete países africanos
Esta fundación ha realizado en total 1.627 procedimiento quirúrgicos a 1.321 personas, incluyendo su última campaña llevada a cabo en Camerún el pasado mes de noviembre. Antes, estos equipos solidarios ya habían pasado por Liberia, en 2018, 2019 y 2022; por Kenia, Sierra Leona, Uganda –también en dos ocasiones, la última este 2023–; Tanzania y Benín.
Bisturí Solidario intervenciones a más de 1300 personas en siete países africanos
En total han sido por el momento diez campañas de cirugía desde 2018 que, según ha explicado Ramírez en declaraciones a Europa Press, siempre se realizan en lugares donde las necesidades de la población son importantes, porque «no tienen acceso a lo más básico de la salud» y donde hay hospitales, clínicas o centro sanitarios que cuentan con medios «muy rudimentarios».
Ramírez comenzó a realizar este tipo de campañas de la mano de la Fundación Cirujanos en Acción, donde es patrono, y ahora con Bisturí Solidario las lleva a cabo tras conocer la realidad sanitaria en coordinación con una entidad social, religiosa o personas de distintos ámbitos del país «que han decidido dedicar parte de su vida a intentar que la salud de la gente pueda ser un poco mejor».
Así, el doctor ha precisado que, por ejemplo, la última realizada el pasado mes de noviembre en Camerún se ha desarrollado con la colaboración de André Onana Foundation, entidad local del jugador de fútbol camerunés del Manchester United que le da nombre, quien «expresó su interés en ayudar a la gente de su país, mejorando la salud».
Ramírez ha destacado la labor de esos coordinadores locales en estos distintos sitios, porque son con los que «mantenemos relación y organizamos a distancia la campaña», ha apuntado; un contacto que, además, permite la posibilidad de «hacer un seguimiento de los pacientes operados por si tienen algún tipo de problemas» y también ver las posibilidades de volver para futuras campañas.
Pero, ha dicho, «vamos más allá, quiero aportar un poco más, porque la unión de muchas gotas al final hace un vasito de agua». Así, ha explicado que la fundación ha conseguido recursos económicos para otros proyectos como la formación de un joven médico de Sierra Leona «que quería ser cirujano, pero no tenía la posibilidad, porque allí cuesta todo mucho dinero y tenía que ir a otro país a hacer esa especialidad».
Asimismo, se están impulsando infraestructuras con financiación, como el pabellón quirúrgico construido en Uganda para desarrollar campañas de cooperación; y ha señalado que han recibido la propuesta para un pequeño hospital en Mozambique, algo que aún está en fase de estudio para ver la viabilidad, las necesidades y toda la justificación necesaria previamente al desarrollo del proyecto.
«No solo es ir operar a los pacientes que están muy necesitados y venir, sino intentar crear una infraestructura de base que permita que se hagan más cosas y se desarrolle un poquito más la sanidad, dentro de que por mucho que hagamos, siempre va a hacer falta mucho más», ha manifestado Ramírez.
Para el cirujano, aunque cada país africano tiene sus características y sus circunstancias económicas, por regla general son países «que no tienen estructuras de financiación de la sanidad» y en los que «el Estado no puede asegurar la salud de los ciudadanos»; por lo que «en África, cualquier persona que se quiera operar de algo o que tenga un problema quirúrgico grave, al final tiene que pagarlo».
Según Ramírez, «estamos en 2023 y ni de cerca podemos decir que estemos aproximándonos al concepto de salud global», poniendo como ejemplo de «la desigualdad que existe» el ámbito de la cirugía. «Mientras que el 60% de las necesidades quirúrgicas del mundo estarían en el continente africano ahora mismo, allí no se desarrolla ni el 3% de las cirugías que se hacen en nuestro planeta», ha precisado.
Ha explicado que a la falta de profesionales se une que los problemas médicos que existen en esos países «son totalmente distintos», por la esperanza de vida y el tipo de enfermedades; además de que «la población no tiene acceso a la salud porque los estados no pueden proveérsela» y cuando quieren acceder «se encuentran con la barrera económica».
Todo esto, ha señalado, hace que «los proyectos de cooperación internacional tienen mucho sentido». «La gente es tremendamente solidaria», ha asegurado; en concreto en Málaga, ha señalado que, tras organizar campañas con Cirujanos en Acción, «decidí crear Bisturí Solidario aquí porque estaba seguro de que, tirando de la gente de Málaga, de las empresas de Málaga, del pueblo de Málaga, podía hacer más cosas».
Al respecto, ha celebrado la labor que está desarrollando la Fundación Bisturí Solidario contando «con el apoyo y la respuesta» de la sociedad malagueña, «que es espectacular, no sé si será por nuestro carácter o porque en parte saben que cuando pido colaboración lo hago con sinceridad y que detrás de los proyectos hay personas que se parten la cara por ellos; pero la gente responde estupendamente».