El delegado territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, José Antonio Víquez, ha recepcionado esta semana los trabajos de restauración de la Junta de Andalucía a la Estatua del Guarda Forestal, que “con medio siglo de historia se encuentra localizada en una ubicación privilegiada en el interior del Parque Nacional de la Sierra de las Nieves”.
Esta intervención, según ha indicado el delegado de la Junta, se enmarca en el programa ‘Adecuación y puesta en valor de los Monumentos Naturales de Málaga’ que, con una inversión de casi 200.000 euros lleva a cabo el Gobierno andaluz para “la recuperación de nuestro patrimonio”, que permitirá la mejora de 12 Monumentos Naturales Protegidos “con el objetivo de conservar y poner en valor el patrimonio natural y los paisajes rurales de esta provincia”.
La Estatua del Guarda Forestal del Parque Nacional de la Sierra de las Nieves, “tras 47 años se viste de nuevo”, ha señalado José Antonio Víquez, gracias a los trabajos que “han sido ejecutados con esmero” por el artista plástico malagueño Rafael Bravo Hierrezuelo.
La restauración de la estatua, que presentaba bastante desperfectos, debido principalmente a varios actos vandálicos sufridos, ha conllevado también la limpieza integral de la piedra, una actuación que ha sido subcontratada después de licitación pública, a la empresa especializada Asociación Cultural Arts and Crafts. Se ha procedido a la eliminación de los líquenes, sellado y relleno de fisuras-grietas y la reintegración de faltas por rotura, como eran la visera, nariz y manos.
La escultura fue colocada en 1977 con motivo del centenario de la creación del Cuerpo de Guardas Forestales. Aparecen representados un guarda forestal dando explicaciones y orientaciones a un niño, “al que parece mostrarle la belleza de la naturaleza que les rodea, un símbolo de que debemos enseñar a las nuevas generaciones a valorar y conservar este inigualable entorno natural”.
Víquez, ha mostrado su satisfacción por el resultado obtenido en el Guarda Forestal que “tiene ya su horizonte en celebrar su quincuagésimo aniversario como vigilante del Río Turón y sus vertientes”.
La estatua se encuentra en una cima, a unos novecientos metros sobre el nivel del mar, desde el que se divisa un paisaje eminentemente forestal poco alterado por la mano del hombre”. Se visualiza la práctica totalidad de la cabecera de la cuenca del Río Turón, frente a la vertiente norte de la Sierra de la Nieves “ante un singular y variado paisaje forestal de pinsapos, encinares y pinares, en el seno de nuestro Parque Nacional de la Sierra de las Nieves”.
Desde este Monumento Natural puede divisarse la concatenación de sierra y picos orientados de oeste a este, distinguiéndose en la línea del horizonte hitos singulares como el Puerto de los Pilones, El Peñón de los Enamorados, el Pinsapar de Cubero, el Puerto de las Abejas, la Sierra de la Cabrilla o la Sierra de Alcaparaín.