La huelga de trabajadores de la empresa de mantenimiento de los trenes del Metro y el tranvía en Sevilla contará con un 50% de servicios mínimos. Así lo ha fijado la Delegación Territorial de la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de cara a las movilizaciones de los días 4, 6 y 8 de marzo. Los trabajadores denuncian «diferentes incumplimientos» en materia de protección de la salud y prevención de riesgos laborales.
Por ello, la Delegación propone unos servicios mínimos de un 47,36% para el personal del Metro y de un 50% para los del tranvía. En el caso del suburbano, se establecen dos profesionales para el turno de noche, tres para el de día y cuatro para el de tarde. En el Metrocentro se ha fijado un operario para el único turno que se contempla, el nocturno.
Por su parte, la empresa había propuesto un total de 13 trabajadores para el Metro de Sevilla. Cabe destacar que son 19 los empleados que prestan servicio habitual. Sin embargo, para el tranvía se contemplaba un servicio de dos personas, el mismo número de profesionales que llevan a cabo el servicio habitual. Mientras tanto, el sindicato convocante planteó un total de tres mecánicos, uno para cada uno de los turnos en cada día de huelga.
La Delegación ha tenido en cuenta para estos servicios mínimos que la actividad que realiza la empresa «se considera claramente un servicio esencial para la comunidad». En este sentido, señalan que se trata de un transporte público «con un gran volumen de población». De lo contrario, afirman, la huelga tendría «incidencia» sobre la actividad de los ciudadanos. Ello dificultaría «el acceso al trabajo o la asistencia a la Universidad Pablo de Olavide».
Las razones de la huelga
El escrito del comité de empresa ante la Delegación de Empleo en Sevilla especifica que la huelga se convoca por llevar a cabo «trabajos excepcionalmente penosos, tóxicos o peligrosos». En concreto, la plantilla denuncia el uso de arena de sílice como sistema de ayuda al frenado y tracción de los trenes.
Esta arena, proyectada sobre los rieles, se va degradando al paso de los trenes y produce polvo respirable de arena de sílice cristalina. Se trata de un producto químico considerado como susceptible de producir cáncer en las personas expuestas al mismo.