El cuadro ‘El matarife’ (1949), de Rafael Zabaleta sale a subasta por 35.000 euros. El cuadro ‘El matarife’, de Rafael Zabaleta (Quesada 1907-1960), se encuentra a la venta con un precio de salida de 35.000 euros en la madrileña sala de subastas Fernando Durán.
Forma parte de la subasta de arte contemporáneo prevista el próximo 21 de marzo, formada por 409 lotes. Uno de ellos es el referido óleo sobre lienzo de 80 por 65 centímetros que el autor quesadeño pintó en 1949, según la web de la citada entidad, consultada por Europa Press. El cuadro ‘El matarife’ (1949), de Rafael Zabaleta sale a subasta por 35.000 euros
Pertenece a la serie sobre carnicería, junto a otras dos obras –‘El matarife’, de 1951, y ‘Carnicería’ (1957)–, en las que «representa la matanza del cerdo, que era muy normal» en la Quesada y la provincia de Jaén de la época, según ha explicado este martes a Europa Press la directora del Museo Zabaleta, Rosa Valiente.
La matanza suponía «prácticamente el sustento de toda una familia durante un año», de modo que «era algo para celebrar». En este punto, ha añadido que, aunque la obra «sea muy descarnada», se aleja de «lo oscuro, el tenebrismo» que, por ejemplo, se aprecia en Solana.
El cuadro ‘El matarife’ (1949), de Rafael Zabaleta sale a subasta por 35.000 euros
«Simbolizaba el alimento de todo un año para la familia, una familia humilde. Era algo muy normal, que se hacía con el frío para una mejor conservación de los alimentos», ha comentado Valiente, quien ha aludido a la cercanía del pintor con el mundo rural y la gente humilde.
En ‘El matarife’ se observa «un Zabaleta descriptivo, expresionista», con «un cromatismo muy descarnado, describiendo un animal abierto en canal». No obstante, «lo tiene todo muy controlado», con una estructura con la columna del cerdo como eje principal en «una simetría facial donde todo está equilibrado».
«El matarife está dispuesto ya para empezar la tarea, no tiene lebrillos todavía, como en las otras dos versiones. También presenta la peculiaridad de que mira a un lado. Normalmente, Zabaleta presenta a los personajes frontales, mirando al frente, pero en este caso parece que está preparado para iniciar la tarea con el visto bueno de toda la familia», ha comentado la directora del museo de Quesada.
La escena se produce en «un habitáculo pobre», propio del mundo rural, humilde y digno, que le gustaba representar al artista, quien «ya empieza con ese lenguaje plástico tan personalísimo, ese expresionismo que luego va a derivar en la utilización del poscubismo picassiano y con otra estética tan original como es la suya».
REIVINDICACIÓN
Con respecto a la subasta, Valiente ha indicado que «hay muchísimas obras suyas en colecciones particulares» y, por determinadas circunstancias, como herencias, pueden salir a la venta y cambiar de propietario; a veces de manera pública, como en este caso.
«Ahora, el mercado del arte está bajo. Es bueno para comprar zabaletas y malo para vender porque no alcanzan su valor, el real que debiera tener. Zabaleta se merece esa revalorización en mercado y esa posición también en la historia del arte», ha asegurado.
En este sentido, ha resaltado que, si bien entre los expertos y dentro de la comunidad artística «todo el mundo sabe que Zabaleta está ahí porque aportó a la historia del arte, con la renovación del paisaje y con todo su imaginario estético», es necesario «seguir reconociéndolo, mostrándolo, difundiéndolo».
«Y esta es una fórmula. Que salgan a subastas las obras le da visibilidad y se va recuperado el mercado, que es tan necesario para nuestro artista», ha manifestado la directora del quesadeño Museo Zabaleta.
