La transformación de La Rosaleda para acoger el Mundial 2030 durará tres años. La Junta presenta el resultado final de un megaproyecto que cambiará por completo el templo malaguista en apenas 36 meses.
La Junta de Andalucía ha presentado lo que será el resultado final de la candidatura de La Rosaleda de cara al Mundial 2030. La casa del Málaga CF y propiedad de las instituciones, sufrirá una transformación modernista, rompedora y atractiva. Un megaproyecto que cambiaría por completo una zona de Martiricos, que ya inició el cambio con las Torres. Y que durará únicamente 36 meses. Tres años en los que se buscará romper con el modelo de estadio al uso. La transformación de La Rosaleda para acoger el Mundial 2030 durará tres años
Porque todavía no ha sido elegida como sede de cara a albergar encuentros del Mundial 2030. Pero sí que está muy bien colocada en la carrera. No sólo por la pasión futbolera de la ciudad, sino por la capacidad hotelera, el clima, las instalaciones deportivas de la provincia… Son muchos los condicionantes que señalan a Martiricos como inicio del cambio en la zona centro. Porque a las Torres se unirá un precioso estadio de fútbol con capacidad para 45.000 espectadores y que además tendrá un uso multidisciplinar.
La transformación de La Rosaleda para acoger el Mundial 2030 durará tres años
La primera fase arrancaría en 2025. Tribuna y Preferencia serán las primeras en verse afectadas por la retirada de las cubiertas que traerá consigo la creación del tercer anillo. En 2026 le tocará el turno al anexo, puesto que será una fase de acondicionamiento del exterior del templo malaguista.
Ya en 2027 se procederá a la colocación de la nueva estructura de la cubierta. Ese espacio que surgirá sobre Anexo una vez perfilada la nueva cara de La Rosaleda se destinará a zona comercial al aire libre. Finalmente en 2028, llegará, si se cumplen los plazos, la conclusión de la cubierta y la mencionada zona exterior.
Una obra de 36 meses que revolucionará la zona de Martiricos en el caso de que aparezca el nombre del estadio blanquiazul como sede del Mundial. Ello sería otro paso más para una ciudad que crece de manera imparable. Aunque con ciertos lunares. Como ocurre con la vivienda.
