El taller ‘La Copla es una Mujer’ llega este jueves a Canillas de Aceituno. Canillas de Aceituno recibe este jueves a la artista Rocío Alba, que trae hasta la localidad de la Axarquía, el taller ‘La Copla es una Mujer’, una iniciativa organizada por la Diputación de Málaga, cuyo objetivo es disfrutar de este espectáculo musical, además de posibilitar a sus participantes a acercarse a cual ha sido el papel y la evolución de las mujeres en la copla y compartir sus experiencias. De acuerdo con los organizadores, el taller, cuyo plazo de inscripción ya está abierto, se llevará a cabo en el salón de plenos del Ayuntamiento de Canillas de Aceituno a partir de las 11 horas y hasta agotar aforo.
En el sector de la ciencia, de las letras, de las humanidades y del arte, ha destacado la labor de muchas mujeres que han conseguido realizar aportaciones de incuestionable valor y riqueza para el desarrollo y conocimiento. Pensando en la necesidad de reflejar desde el campo artístico y en concreto, referente a un gremio concreto, el de aquellas mujeres que quisieron lograr a través de su arte, llegar a contar, cantar e interpretar historias que reflejaban situaciones, ilusiones, propósitos e ideales surge ‘La Copla es una Mujer’.
El taller ‘La Copla es una Mujer’ llega este jueves a Canillas de Aceituno
Un taller, que de la mano de Rocío Alba, nos acercará a conocer las vivencias de diferentes artistas del género de la copla que tuvieron que enfrentarse a unas sociedades con rígidos cánones y patrones de conductas y tradiciones que resultaban restrictivas de derechos y libertades en muchas ocasiones, en defensa de sus convicciones e impulsadas por su vocación.
Gracias a la valentía de esas mujeres que no dudaron ni vacilaron (a pesar de ser tachadas con innumerables calificativos despectivos) en cumplir sus sueños y transgredir pautas de una sociedad cuanto menos conservadora y de grandes prejuicios heredados de diferentes épocas pasadas, se logró que a través de aquellas letras que cantaban en sus coplas y que de algún modo describían la realidad existente, los coetáneos tomaron poco a poco conciencia del sentir y de la necesidad de permitir la entrada de corrientes nuevas y, sobre todo, el respeto al papel que desempeñaba el artista, en este caso mujer, en el desempeño de su profesión.