Los vigilantes del Centro de Acogida de Menores de Melilla denuncian continuas agresiones. El comité de empresa de Sureste Seguridad ha denunciado que en las últimas semanas están proliferando los apedreamientos a las casetas de seguridad y a los vehículos de los vigilantes que realizan servicio en el Centro de Menores de La Purísima, lo que ha ocasionado importantes daños materiales en sus vehículos y pertenencias.
Según ha explicado un portavoz, «el domingo, sin ir más lejos, rompieron las ventanas de dos de las casetas y la ventanilla de uno de los vehículos, pero ya anteriormente habían roto los cristales de otra de las casetas y una cámara de vigilancia».
Los vigilantes del Centro de Acogida de Menores de Melilla denuncian continuas agresiones
Según los vigilantes del centro, «gran parte de la responsabilidad es de un mismo menor que tiene menos de 14 años y por ello es inimputable», pero consideran que no se está haciendo todo lo necesario para impedir que ese menor campe a sus anchas por el recinto.
Este órgano que representa a los trabajadores del centro ha pormenorizado un informe a la empresa para exponerle las deficiencias tanto organizativas, como de medios materiales en materia de seguridad que existen en el recinto.
El Comité de Empresa ha asegurado que no entiende «por qué hay menores merodeando por el patio a altas horas de la madrugada cuando deberían estar en sus módulos a cargo de un cuidador, o por qué no trabaja ningún miembro del equipo educativo ni las noches, ni las tardes, ni los fines de semana, y solo cuentan con un coordinador de guardia, pero que no pertenece al equipo educativo».
PIDEN RETIRAR LAS PIEDRAS
El órgano sindical ha añadido que lleva mucho tiempo solicitando que se retiren las piedras del patio central y que se equipe a los vigilantes con material anti disturbio, además de que se reponga la línea de teléfono fija o se arreglan las numerosas cámaras estropeadas, «pero no ha habido ninguna respuesta a estas reivindicaciones», han lamentado.
Además, el Comité ha aseverado que ya se ha enviado una misiva tanto a la Consejería de Bienestar Social, como a la de Seguridad Ciudadana solicitando que los menores que tengan que reingresar en el centro «lo hagan desde el cuartel de la Policía Local como se hacía antes de la pandemia, y así no acumular muchos menores en la puerta del recinto hasta que lleguen los agentes, porque esa es una de las causas que enciende la chispa de los apedreamientos».
Por último, ha solicitado que los menores realicen el reingreso en el cuartel de Policía Local y no en el recinto, que los menores no puedan salir del recinto a partir de las 22 horas y que haya siempre un miembro del equipo educativo de guardia; que se arregle la línea de teléfono fija y las cámaras averiadas, además de otras muchas deficiencias del recinto.