Finalmente ha concluido sin avenencia la reunión convocada para este martes por el Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía (Sercla), por los cinco días de huelga acordados por la plantilla de KBR, encargada por las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa y África de los servicios de ingeniería civil, apoyo logístico, salud e higiene industrial de la base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla), cuyo uso comparen España y EEUU; en demanda de revocar los 15 despidos acometidos por la empresa.
Concluye sin avenencia el Sercla por la huelga de la base de Morón y el viernes primer día de paro
El presidente del comité de empresa de KBR, José Armando Rodríguez Ardila (UGT), ha explicado a Europa Press que en la reunión, la representación sindical ha reclamado la «revocación inmediata» de los despidos y la «readmisión» de los 15 empleados afectados; bajo la premisa de que KBR ha consumado los despidos «sin preaviso ni consulta» con la representación sindical de la plantilla y sin «causas organizativas ni de producción» de justifiquen una medida tan drástica.
Pero según ha señalado, KBR había enviado al encuentro a representantes sin «capacidad de decisión» sobre tales reivindicaciones. Así, ha lamentado que no acudiesen al encuentro la nueva directora de la oficina de KBR para Europa, Kim Bryant; ni el director local, Kevin Smith, sino «los asesores legales y el subdirector», representantes que «no son quienes toman las decisiones» en la estructura de KBR.
Dado el caso, la huelga, traducida en cinco viernes consecutivos comenzando por el del 31 de mayo, comenzará el viernes de esta semana, jornada para la cual la plantilla prevé una reunión con el delegado Territorial de la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía en Sevilla, Antonio Augustín; así como una concentración ante la sede de dicha delegación territorial de la Junta, pues los trabajadores han resuelto protagonizar movilizaciones ante las instituciones públicas, en demanda de una reconducción de la progresiva pérdida de empleo en la base.
Ejecutar otros 36 despidos
José Armando Rodríguez Ardila había avisado ya de que en las propias cartas de despido, la empresa alude ya a que prevé «ejecutar otros 36 despidos» al considerar que la plantilla está «sobredimensionada». Ello, como recordaba, cuando en julio de 2022 fue acometido un expediente de regulación de empleo (ERE) saldado con 49 despidos.
Al punto, avisaba de que desde 2010, la plantilla española de la base de Morón ha sufrido una «sangría» de unos 400 despidos, ante lo cual reclamaba «la intervención» del Gobierno central y de la Junta de Andalucía, en defensa del empleo local; con medidas como negociar una equiparación con la plantilla civil de la base aeronaval de Rota, cuyo uso comparten igualmente Estados Unidos y España.
LA PLANTILLA ESPAÑOLA DE LA BASE DE MORÓN
El comité de empresa de los mencionados servicios civiles de la base de Morón, recordémoslo, lleva años denunciando insistentemente una supuesta estrategia predeterminada de sustitución del personal español por profesionales estadounidenses o directamente militares de dicho país.
No sobra recordar tampoco que KBR formaba parte de la sociedad Vinnell-Brown & Root Spain (VBR), adjudicataria entre 2010 y 2015 de este mismo contrato de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa para la base de Morón.
Y es que durante sus años de gestión de los servicios civiles de la base de Morón de la Frontera, cuya superficie corresponde al término municipal de Arahal, VBR acometió hasta tres expedientes de regulación de empleo (ERE) desprendiéndose de un total de 240 trabajadores, en su inmensa mayoría españoles, durante un periodo marcado por cierto por el crecimiento de la presencia militar estadounidense en la base.
EL ÚLTIMO ERE
Precisamente en julio de 2022, también hay que recordarlo, KBR acometía el citado nuevo ERE en estos servicios de la base de Morón, extinguiendo 49 puestos más de trabajo y reduciendo entonces la plantilla española a unas 260 personas.Concluye sin avenencia el Sercla por la huelga de la base de Morón y el viernes primer día de paro.
Por eso, la plantilla lleva años reclamando una modificación del tratado bilateral de defensa entre Estados Unidos y España que regula el funcionamiento de dicha instalación militar, al objeto de que sean incorporadas mejoras laborales para los empleados civiles y garantías en materia de mantenimiento del empleo, apostando especialmente por una equiparación con la plantilla civil de la base de Rota.