La producción de chirimoya de este año en Almuñécar, en la costa de Granada, ha sido de unas 45.000 toneladas, «una cifra ligeramente superior a campañas anteriores, siendo muy estable tanto la superficie cultivada como la producción anual», con medias de 15.000 kilos por hectárea entre los meses de agosto y junio. La campaña de la chirimoya cierra en Almuñécar con 45.000 toneladas de producción. Se ha logrado en este sentido la temporada más larga que se recuerda, según ha indicado el concejal de Agricultura de Almuñécar, Carlos Ferrón, quien, junto al presidente de la Denominación de Origen Protegida (DOP) de la Chirimoya, Antonio Rodríguez, ha realizado el balance de la producción de este fruto tropical, cuando ha llegado a su fin la campaña de esta temporada 2023/2024.
La campaña de la chirimoya cierra en Almuñécar con 45.000 toneladas de producción
Ferrón ha resaltado «la importancia que este producto tiene para la costa de Granada», según ha informado el Ayuntamiento de Almuñécar en una nota de prensa en la que ha detallado que el concejal ha felicitado a los agricultores, «ya que, a pesar de las complicadas condiciones climáticas, han obtenido medias de 15.000 kilogramos por hectárea, y se han repartido entre los meses de agosto y junio, ampliando aún más la ventana de producción y siendo este año la más larga que se recuerda».
Por su parte, Antonio Rodríguez ha señalado el crecimiento de entre un diez y un 18 por ciento, que ha experimentado la comercialización exterior, destacando Portugal, Francia, Alemania, Italia, aunque cada vez ganan más peso los países de la península arábiga.
«Es imprescindible repartir la producción en las ventanas comerciales, pues en torno al 72 por ciento se produce en invierno y el 28 por ciento, en primavera, siendo esta última cuando mejores precios obtiene el agricultor; no obstante, se han podido obtener medias que han rondado el euro por kilo», ha afirmado el presidente de la DOP de la Chirimoya.
El 95% de la producción se localiza en la costa de Granada
Se trata de una fruta muy exclusiva, cuyo 95 por ciento de la producción se localiza en la costa de Granada, siendo los municipios de Almuñécar, Salobreña y Motril los más influyentes, con la variedad Fino de Jete como la predominante al 99 por ciento en la comercialización.
En este sentido, Carlos Ferrón y Antonio Rodríguez han aseverado que «un producto tan exclusivo en Europa, de procedencia local, con los agricultores más profesionales y con más conocimientos sobre su cultivo y con la vega de comercialización más grande del mundo, no puede estar a expensas de unas conducciones de riego que no llegan ni con la incertidumbre de una pluviometría aceptable».
«Si se juntan las variables de producto único, agricultores altamente especializados, sin capacidad de competencia de países terceros y buenas líneas de comercialización, tenemos ante nosotros un producto único en España, motor económico de Andalucía y con alta riqueza paisajística en la Costa Tropical de Granada».