La Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos) ha alertado de la escasez de reservas hídricas en la provincia de Málaga y ha urgido a las administraciones a ejecutar las infraestructuras «pendientes desde hace décadas, optimizar los recursos existentes y mejorar el rendimiento de las instalaciones de tratamiento, desalación y abastecimiento para garantizar el suministro de agua en el futuro».
«Nos estamos jugando nuestro futuro, las escasas precipitaciones de los últimos meses nos anticipan una inminente sequía que, de no actuar con urgencia y decisión, puede poner en jaque a todo el sector turístico de la Costa del Sol y la provincia», ha advertido el presidente de Aehcos, José Luque, quien ha hecho hincapié en los problemas de abastecimiento que puede sufrir Málaga este verano, con una población que se duplica en temporada alta.
Así, ha aludido a la «precaria situación de los embalses» en la provincia, al 32,29% de su capacidad, con casos «tan preocupantes» como el embalse de la Viñuela, que se encuentra en estos momentos al 14,92% de capacidad, el del Conde del Guadalhorce, con un 24,06%, o el de la Concepción, que abastece a un gran volumen de población pese a su escasa capacidad, y que cuenta con un 39,51% de reserva hídrica tras un invierno con apenas lluvias.
«Las infraestructuras en la Costa del Sol han quedado obsoletas, tras décadas de servicio y continuas averías, pese a que la población en el litoral occidental se ha quintuplicado hasta rondar los 560.000 habitantes y que en verano llega a alcanzar picos de hasta 1,5 millones», ha expuesto el presidente de Aehcos.
En la zona occidental, la patronal hotelera considera prioritaria la actuación sobre la renovación de la gran tubería de agua que suministra a toda la franja litoral comprendida entre Manilva y Torremolinos, de cien kilómetros de longitud y con 50 roturas al año, han indicado desde la patronal hotelera en un comunicado.
«Tenemos un embalse como el de La Concepción, de poca capacidad y que se ve obligado a abrir compuertas en cuanto se encadenan varios periodos de lluvias, una planta desaladora que no da más de sí y unos acuíferos cada vez más explotados que obligan a recibir aportes del Campo de Gibraltar para garantizar el abastecimiento en verano», han lamentado.