Hay perros y hay perros de caza o pastoreo de animales. Una distinción en la que nada tiene que ver la raza, pues miles de canes con pedigrí e instinto cazador o de pastoreo viven como animales de compañía ajenos a campos y escopetas (también con dueños que cazan y pastorean). Se trata de los mismos animales, con idéntica etología y necesidades, pero esa distinción ancestral entre el perro que hace compañía y el que se convierte en instrumento, se incluye en el anteproyecto de ley de protección y bienestar animal impulsada por el Gobierno.
20minutos ha tenido acceso al texto íntegro del anteproyecto de ley, que ha comenzado este viernes su andadura tras meses de retraso sobre el calendario previsto por las reticencias expuestas por el Ministerio de Agricultura. En el redactado final se encuentran sendos artículos, con pocas diferencias entre ellos, dedicados a los perros de caza y pastoreo y guarda de animales.
En ambos casos obliga a que estén inscritos en el registro de animales de compañía por desarrollar, y además deberán estar vinculados a la licencia de caza o al registro de ganadero del responsable o propietario. Para criar con ellos será obligado inscribirse en el registro de criadores, cuyas condiciones están pendientes también de desarrollo.
Los perros de pastoreo o guarda del ganado con acceso al exterior, cuyo propietario no esté en el registro de criadores y que puedan tener acceso no controlado con otros perros, deberán contar con un dispositivo de geolocalización. Es algo no contemplado para los canes cazadores, para los que en la misma situación se exige la esterilización. Lo que sí se incluye para ambos es que si hay en un mismo emplazamiento perros de ambos sexos que no puedan estar separados, al menos todos los ejemplares machos o todas las hembras deberán estar esterilizados. Además, los perros de caza que cambien de manos, si van a parar a alguien que no está en el futuro registro de criadores, tendrán que estar esterilizados o entregarse con el compromiso de esterilización
Las mayores distinciones entre estos perros con oficio y el resto llega por verse exonerados de ciertas obligaciones. El artículo 33,2 no se aplica a los perros que tratan con ganado. Y a ninguno de ellos se les aplica el apartado n del artículo 31 o los apartados 1 y 2 del artículo 35. ¿En qué consisten esos puntos?
Así reza el artículo 33,2: «Las personas titulares o, en su defecto, los responsables de la tenencia de animales de compañía que habitualmente permanezcan en espacios abiertos y convivan o puedan relacionarse con otros animales de la misma especie y distinto sexo, estarán obligados a la esterilización de sus animales de compañía».
En cuanto al apartado 1 del artículo 35, se refieren a que «las personas titulares o responsables de los perros deberán haber realizado previamente un curso de formación acreditado para la tenencia de perros, cuyo contenido se determinará reglamentariamente». Un curso cuyo contenido, trámites y gestión despierta a día de hoy numerosas incógnitas entre los propietarios.
El apartado 2 indica que «todos los perros deberán cumplir los criterios de clasificación por sociabilidad, cumpliendo los mecanismos de validación de comportamiento y socialización determinados reglamentariamente».
Los perros de caza, pastoreo y guarda de ganado que no dispongan de pruebas de sociabilidad se clasificarán como «perros de manejo especial fuera de la actividad específica».
Esta norma elaborada por el Ministerio de Derechos Sociales, que ha iniciado su andadura tras su aprobación este viernes en Consejo de Ministros, podría entrar en vigor antes de que acabe 2022.
Fuente: 20m