Identificado el autor de unas pintadas en la cima del Monte de San Antón. Efectivos del Grupo de Investigación y Protección (GIP) de la Policía Local de Málaga especializados en investigación en redes sociales y fuentes abiertas de Internet han logrado identificar al presunto autor de unas pintadas realizadas en la cima del Monte de San Antón, al que se le han leído los derechos como investigado no detenido como presunto autor de un delito de daños a bienes de dominio o uso público.
En concreto, según ha indicado la Policía Local en un comunicado, se trata de un hombre de 26 años, que fue citado en dependencias del Grupo de Protección de la Naturaleza (Gruprona), donde fue denunciado en acta por infracción a la Ley Forestal de Andalucía. La infracción administrativa queda supeditada a la resolución del atestado penal que se instruyó en las mencionadas dependencias.
Identificado el autor de unas pintadas en la cima del Monte de San Antón
En primera instancia, los agentes localizaron varios vídeos subidos en modo ‘stories’ a la red social Instagram, en los que se apreciaba a un grupo de personas que subieron a la cima del monte, utilizando uno de ellos varios sprays de pintura de colores para realizar dos pintadas en una zona rocosa ubicada en la cima del Monte, así como otros en la cruz metálica allí ubicada.
Tras ello, miembros del Subgrupo de Trasmisiones de la Policía Local de Málaga utilizaron un dron para constatar los hechos y obtener imágenes precisas de los daños ocasionados.
Así, a fin de esclarecer el tipo de daño ocasionado y su valoración se solicitaron los informes técnicos oportunos, que dilucidaron que el acto vandálico había ocasionado una contaminación y un perjuicio al medioambiente, constituyendo un daño al suelo y un daño ecológico, ya que las rocas, a pesar de su apariencia de dureza, son muy sensibles, produciendo las sustancias químicas tóxicas de la pintura y los disolventes que contienen un impacto sobre animales y plantas, que afecta a los microecosistemas, además de al paisaje.
A ello se sumaba que la eliminación de los grafitis resultaría muy minuciosa y tendría una dificultad añadida por el lugar en el que se encuentran.