Leve revés para el Málaga en el ‘caso Horta’ en el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS). El club blanquiazul, que ha acudido este miércoles 25 de septiembre a Ginebra, ha sido instado a sentarse a negociar con el Braga, según pudo conocer 101 Televisión, después de que la FIFA le diese la razón hace un año para reclamarle alrededor de seis millones de euros al conjunto portugués —la indemnización total que debería pagar asciende a casi 12 millones—.
Es decir, que el último recurso del Braga en la justicia deportiva, donde no dictan jueces sino árbitros, ha surtido efecto para el club luso, que estaba contra las cuerdas en este conflicto jurídico. El TAS le ha dado una nueva vida a la entidad portuguesa decidiendo que ambos clubes tienen que volver a negociar una compensación por los derechos económicos del futbolista Ricardo Horta.
Según puede avanzar 101 Televisión, el Braga ha vuelto a proponerle al Málaga tres millones de euros para resolver el asunto, pero el conjunto blanquiazul insiste en que es una cantidad insuficiente. Desde el propio club consideran que es una falta de respeto este ofrecimiento e irán hasta el final para conseguir lo más cercano a su reclamación. Las fuentes consultadas afirman que esta nueva e inesperada negociación no debería de extenderse más de dos semanas.
Las cifras del ‘caso Horta’
El Málaga llegó a un acuerdo con el Braga en 2016 por el traspaso a coste cero de Ricardo Horta y su intercambio con Juankar. Eso sí, el contrato añadía un 67% por futura venta del extremo a compartir junto a Jorge Mendes, representante del portugués (el 50% del 67, le corresponde al magnate). Además, según el club de La Rosaleda, en caso de recibir una oferta superior a cinco millones y rechazarla, debían abonar la parte correspondiente a los blanquiazules.
Tal y como apuntan desde Martiricos, el futbolista recibió una oferta que ronda los 17 millones por parte del Benfica, pero no fue aceptada. El Málaga tiene el documento y así lo ha afirmado en diversas ocasiones. Denunció ante la FIFA y esta, falló a su favor, obligándole al club portugués a pagar cerca de 11 millones de euros. Desde que se le comunicó, cada día que se retrase en el pago debería abonar 1.500€ adicionales diarios como interés. Por ello, el Braga elevó el caso al TAS, donde se encuentra actualmente.