Dylan Osetkowski apareció cuando su equipo más lo necesitaba y permitió que Unicaja se llevase su primer partido en la BCL ante un Oostende al que nunca había conseguido vencerle. El encuentro se había convertido en un choque de ida y vuelta con un marcador parejo, pero la calidad del estadunidense marcó las diferencias entre los dos conjuntos. Con un alto porcentaje de triples regaló la primera alegría europea de la temporada al actual campeón de la BCL, que comienza de forma positiva su defensa del título.
Los primeros 10 minutos del partido sirvieron de ejemplo para lo que íbamos a ver en el partido. Los locales comenzaron el duelo más centrados y efectivos en el tiro, llegando a distanciarse en el marcador durante los primeros instantes. El equipo belga sabía que debía frenar el ritmo frenético que iban a intentar proponer los de Ibon Navarro y cierto es que lo consiguieron. Eso sí, en el momento de dudas apareció un extraterrestre llamado Dylan Osetkowski y comenzó a inclinar la balanza hacia el lado malagueño, estableciendo una renta de nueve puntos. Dos jugadas aisladas al final del cuarto permitieron al Filou acercarse en el electrónico.
El segundo parecía llevar el mismo guion y el Unicaja comenzó a coger ritmo de crucero. Un triple de Carter llegando al ecuador hacía que los del Carpena sobrepasasen la barrera psicológica de los diez puntos, pero nada más lejos de la realidad. Fue entonces cuando el equipo que viste de amarillo reaccionó y mostró su poderío físico y técnico, llegando a arrinconar a su adversario. Un gran Gillet tiró del carro y llegó, incluso, a remontar el partido. Un triple final de Dylan y una canasta de Perry evitaron llegar a los vestuarios en desventaja, aunque eso sí, el marcador era igualado.
Tras el descanso
A la vuelta de vestuarios, los de verde y morado se toparon ante un rival que les llevó al extremo en ciertas facetas del juego. El partido, aunque igualado, parecía tenerlo fuera de su alcance el cuadro malagueño, quien comenzó a cometer errores no forzados. A falta de 2:36 para el término de los 10 minutos, Ibon pidió tiempo muerto y mostró su enfado ante los suyos. La charla pareció surtir efecto en algunos tramos, pero se marchó con una desventaja de 6 puntos ante los belgas.
En el último cuarto volvió a aparecer Dylan, que dio un auténtico recital sobre la pista. En el momento de la verdad apareció el gigante para firmar unos minutos excelsos y llevar en volandas a su equipo hacia la victoria. Su acierto desde el triple resultó ser determinante para que el Unicaja recuperase el pulso y remontase ante su rival, que comenzó a mostrar sus costuras. Por suerte para los malagueños, su rival no mostró el mismo nivel y pudo llevarse la primera victoria en su primer partido de la BCL.