El nombre de José María Martín Carpena estará ligado por siempre a la historia de Málaga, no solo por las placas y recintos que lo honran, sino por el eco de su figura y el afecto que dejó en tanta gente. Nacido en Málaga un 19 de abril de 1950, Martín Carpena es recordado como una persona discreta pero con pasiones, entre las cuales siempre destacó su familia.
Durante su juventud se dedicó a la música pop, formando parte de la banda de música ‘Los Amables. Llegado el momento, se graduó en Administración de Empresas por la Escuela Universitaria de Estudios Empresariales. Aquella formación le llevaría a ejercer como fiscal del Instituto Nacional de Seguridad Social, cargo que se desempeñó la mayor parte de su trayectoria profesional.
Llegó a la política en 1997
Sin embargo, su nombre no empezará a ser conocido hasta 1997, cuando tras pedir una excedencia, da el salto a la política municipal. Desde aquel momento, Martín Carpena pasó a ser concejal del gobierno local de Málaga, por entonces regentado por la popular Celia Villalobos. Como curiosidad, Carpena sustituyó en su puesto a Juanma Moreno Bonilla, que comenzaba entonces su andadura en el Parlamento andaluz.
Su llegada al cargo fue el inicio de una etapa de dedicación a la ciudad, donde José María no solo asumió el papel de concejal, sino que también se convirtió en una figura cercana y accesible para los barrios que representaba.
En las elecciones de 1999, los malagueños ratificaron su confianza en él, y como concejal de los distritos de Carretera de Cádiz y Puerto de la Torre, Martín Carpena se dedicó a resolver las necesidades más inmediatas de sus vecinos, siempre sin alardes, con una actitud de apertura y diálogo, dicen quienes le conocieron.
Así sería hasta el trágico 15 de julio de 2000. Ese día Málaga sufrió uno de los momentos más oscuros de su historia reciente. Aquella noche, Martín Carpena se disponía a asistir a una fiesta en la barriada de Churriana acompañado de su esposa y su hija. Saliendo del portal y antes de poder entrar en el coche oficial recibió seis disparos por parte del miembro de ETA Harriet Iragui Gurruchaga, que lo esperó durante más de 1 hora con el cometido de acabar con su vida.
El día después, a título póstumo, el Ayuntamiento le concedió la Medalla de Oro de la ciudad. Posteriormente, ya en el mes de septiembre, se decidió erigir un busto en su honor en la barriada de Huelin, además de sustituir el nombre del Palacio de Deportes Ciudad de Málaga por el de Palacio de Deportes Martín Carpena, que hoy aviva y enarbola con orgullo su recuerdo.
