Un lazo rosa marca cada 19 de octubre. Es el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, una enfermedad que solo entre el Hospital Universitario Virgen de la Victoria y Costa del Sol diagnostica cada año a más de un millar de mujeres. Eva Gómez fue diagnosticada con cáncer de mama en 2021, y su historia es un reflejo de la lucha diaria que enfrentan muchas mujeres como ella. “Me detectaron cuatro tumores y tuve que hacerme una mastectomía”, relata. “Perdí la mama izquierda y, a raíz de ello, me tuvieron que operar nuevamente para quitarme los ganglios linfáticos”. Su proceso es largo: cinco años de tratamiento que se enmarcan en una lucha en la que sigue cada día.
Eva reconoce que uno de los momentos más duros fue explicarle a su hija, que entonces tenía 11 años, su diagnóstico. “Cada proceso es diferente en cada mujer, pero a veces lo más difícil es asimilarlo tú misma. Hay momentos en que no sabes cómo reaccionar delante de la familia”, afirma subrayando la importancia de afrontar la realidad y apoyarse en los seres queridos, aunque reconoce que no siempre es fácil.
El tratamiento personalizado, el gran avance en la lucha contra el cáncer de mama
La detección precoz, señala, es crucial: “Lo fundamental es el autoexamen en casa, nosotras damos charlas en centros de salud e institutos para concienciar a los demás sobre la importancia de detectarlo a tiempo”. Eva, como muchas otras mujeres, nunca imaginó que esto le sucedería, pero hoy su mensaje es claro: la detección temprana salva vidas.
Cáncer de mama
Isabel García, especialista en oncología radioterápica, ha sido testigo de cómo el tratamiento del cáncer ha evolucionado en los últimos 30 años. En su campo, la radioterapia se ha convertido en una herramienta indispensable. “Aproximadamente el 60% de los pacientes diagnosticados con cáncer necesitan radioterapia”, explica, y destaca tres escenarios en los que se utiliza: como tratamiento principal, tras una cirugía para prevenir recurrencias y en casos paliativos para aliviar síntomas.
Uno de los avances más significativos, según la doctora, ha sido la precisión en los tratamientos: “Cuanta más radiación le das al tumor, mejor, pero el reto es proteger el tejido sano que lo rodea”. En este sentido, explica que las mejoras tecnológicas permiten ahora atacar los tumores de forma más eficaz sin dañar tanto las áreas cercanas. De hecho menciona un caso específico que demuestra estos avances: el tratamiento de cáncer de pulmón en fases iniciales, donde, en tan solo tres días y con efectos secundarios mínimos, han logrado curar a más de 500 personas.
Sobre la situación en Málaga, donde ejerce, la doctora ofrece un mensaje alentador: “La sanidad aquí tiene un alto nivel de investigación y tecnología, la población puede estar tranquila, contamos con tratamientos de última generación”.
El apoyo psicológico
Por otro lado, Jaime Mena, psicólogo en la Asociación Española contra el Cáncer, destaca la importancia de atender no solo el aspecto médico, sino también el impacto psicológico que tiene el cáncer en las pacientes. “Es un proceso que te cambia la vida y te la paraliza de un día para otro”, señala. El acompañamiento psicológico es crucial desde el momento del diagnóstico hasta el período de supervivencia, cuando las revisiones médicas se van espaciando y la persona puede sentirse más vulnerable.
El apoyo del entorno cercano es fundamental, aunque a veces, comenta Mena, puede ser contraproducente: “Tendemos a decir que todo volverá a la normalidad, pero la persona afectada no siempre lo siente así, lo que puede generar una lucha interna”. Por eso, el psicólogo subraya la importancia de normalizar las emociones y entender que el proceso es único para cada paciente. “Es importante ir paso a paso”, concluye, ya que adelantarse a los miedos o las preocupaciones puede generar ansiedad innecesaria. Por ello, en la asociación, adaptan el acompañamiento según las necesidades de cada persona, brindando un espacio seguro para enfrentar los retos emocionales que trae consigo el cáncer.
