La primavera es su fecha por excelencia y la dermatitis, lesiones oculares, urticarias y reacciones alérgicas, algunas de las consecuencias de entrar en contacto o estar cerca de una oruga procesionaria del pino. El aumento de las temperaturas provoca que estas especies buscan refugio bajo tierra para resurgir como polillas en los meses de verano, siendo su presencia un riesgo para la salud, sobre todo de niños y perros, ya que, mientras se reúnen formando plagas. Si bien es en febrero y marzo cuando comienzan esta aparición, la sequía y las altas temperaturas han hecho que la aparición de la procesionaria se adelante cuatro meses en Alhaurín de la Torre.
Así lo han comunicado desde el área de Medio Ambiente del consistorio alhaurino, que asegura que “el cambio climático está afectando directamente al ciclo de vida de la denominada Thaumetopoea pityocampa, la conocida como procesionaria del pino, de forma que lo que se debería dar en los meses de febrero-marzo se está produciendo en octubre”.
Desde la propia concejalía dirigida por Abel Perea, aseveran que se trata de un «comportamiento anómalo» debido a las altas temperaturas y la ausencia de lluvias persistentes. Es por ello por lo que, desde el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre ya se están llevando a cabo tratamientos para controlar la plaga de la procesionaria durante todo el año en el censo de pinos municipales, con el ánimo de evitar alarma social por el hecho de la aparición de gusanos.
Oruga de la procesionaria
La procesionaria es una oruga en cuyo ciclo de vida la larva pasa por cinco estadíos, de forma que la más peligrosa y agresiva es la larva del quinto estadío, siendo además la que origina graves problemas a las masas forestales de coníferas. Si bien en la mayoría de los casos las defoliaciones ocasionadas por las orugas no llegan a matar los árboles, sí que los debilitan provocando la disminución del crecimiento y favoreciendo la colonización de insectos perforadores.
La larva en su quinto estadío baja en una especie de procesión por el tronco hasta el suelo para enterrarse y formar la crisálida que dará lugar a la mariposa adulta y es en ese momento cuando la oruga es más peligrosa debido a su recubrimiento de pelos urticantes que se desprenden y flotan en el aire provocando intensas reacciones alérgicas en adultos, niños y mascotas.
En este sentido, desde Medio Ambiente señalan que es esta la fase que se ha adelantado a octubre. Asimismo, alertan de que la Ley 43/2002, de 20 de noviembre, de Sanidad Vegetal, también exige obligaciones para particulares propietarios de pinos en terrenos de titularidad privada.
