Los primeros rumores comenzaron a correr como la pólvora hace tan solo unos días a través de una denuncia en la red social X —anteriormente conocida como Twitter— en el que ya se apuntaban a supuestos comportamientos inapropiados hacia las mujeres por parte del que hasta ayer era el portavoz del grupo Sumar en el Congreso de los Diputados, Íñigo Errejón. Ese tuit posteriormente fue borrado, pero los focos ya apuntaban de manera directa al exdiputado.
En el día de ayer, también a través de esta red social, Errejón anunciaba su dimisión como portavoz del partido de Yolanda Díaz, además de la renuncia a su escaño y la decisión de abandonar la política institucional, alegando que el ritmo y modo de vida en primera línea de la política durante una década había «desgastado» su «salud física, mental» y su «estructura afectiva y emocional».
Tras este comunicado, no tardaron en llegar los testimonios anónimos de mujeres que señalaban a Errejón como un «maltratador psicológico». Entre estas denuncias se encontraba la de la actriz Elisa Mouliáa, quien durante la tarde de ayer lanzaba un tuit con un mensaje claro y conciso: «Hola, yo soy víctima de acoso sexual por parte de Iñigo Errejón y quiero denunciarlo».
La actriz Elisa Mouliaá, primera mujer en denunciar públicamente los abusos de Errejón
En el día de hoy se ha conocido que Mouliáa ya ha denunciado este caso ante la Unidad de Familia y Mujer de la Policía Nacional por un presunto delito de violencia sexual por parte del exdiputado de Sumar, cuya querella ya ha sido enviada a los juzgados de Plaza de Castilla de Madrid, del que se ha conocido además que el juez encargado de investigarla será el mismo que instruyó el ‘caso mascarillas’ en la capital.
En el texto se recoge que los hechos tuvieron lugar entre finales de 2021 y principios de 2022 en el domicilio de un amigo de la actriz, donde estaba teniendo lugar una fiesta. Según el escrito, Errejón introdujo a Mouliáa en una habitación, cerró el pestillo y empezó a besarla y tocarla en sus zonas íntimas, todo ello sin recibir ningún tipo de consentimiento por parte de ella.
La demandante ha descrito que en aquel encuentro, Íñigo Errejón le profirió frases “lascivas” del tipo “cómo me pones”. Acto seguido la empujó sobre la cama y se sacó su miembro viril, comenzando a lamer los pechos de la actriz. También relata que hubo tocamientos en la zona de los glúteos, no pudiendo concretar si fue por encima o debajo de la ropa, pero sí que aquellos tocamientos no fueron autorizados: “Iñigo, sólo sí es sí, parece mentira que me esté pasando esto contigo”.
Investigado por Sumar
Tras las primeras acusaciones, de las que según fuentes cercanas a Sumar eran conocedores desde comienzos de esta semana, la ejecutiva de la formación se reunió de urgencia para abordar la situación con Errejón, quien les explicó su postura para posteriormente aceptar la renuncia del mismo de manera unánime. Sin embargo, el clima de preocupación dentro de la organización seguía siendo evidente, ya que las acusasiones que comenzaron a circular por redes sociales también podrían estar salpicando a otros miembros del partido.
Ante esto, Yolanda Díaz se manifestó en redes sociales detallando que se ha iniciado «un proceso para recabar información sobre los testimonios surgidos en redes sobre Iñigo Errejón». Asimismo, la coordinadora general de Sumar ha hecho hincapié en que su compromiso «contra el machismo y por una sociedad feminista es firme y sin excepciones».
Desde el Partido Popular le exigen a la vicepresidenta segunda del Gobierno que asuma «responsabilidades políticas», por lo que subrayan que «debe comparecer y dar explicaciones», ha expresado la secretaria general del partido, Cuca Gamarra.
La popular se ha preguntado quién conocía las denuncias de acoso contra Errejón y por qué se ocultaron, por lo que insta a Díaz a que aclare la situación: «Debe decir desde cuándo lo sabían, por qué lejos de denunciar lo han tapado y le han ascendido en su papel en la vida política. Si hubo conversaciones de dirigentes o de su entorno con víctimas para taparlo, esto es de máxima gravedad y ahí hay una responsabilidad política que se debe afrontar», ha enfatizado
Respuesta del Presidente del Gobierno
Tras las últimas informaciones, el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mostraba su apoyo y «confianza» a la ministra de Trabajo y Economía Social y a su partido, que describe como «una organización que ha hecho y está haciendo mucho por el progreso de las mujeres».
En el mismo tuit, Sánchez recoge que «el Gobierno trabaja por una España feminista donde las mujeres tengan los mismos derechos, las mismas oportunidades y la misma libertad y seguridad que los hombres. Toda mi condena a quienes atentan contra este proyecto de igualdad. Todo mi apoyo a las mujeres que sufren acoso y abusos», ha expresado.
Moncloa
Desde Moncloa descartan que la dimisión de Errejón vaya a afectar al futuro de la coalición, ya que se trata de un «problema de víctimas y no de partidos». De esta forma el Ejecutivo se esfuerza en mantenerse firme en la idea de que las consecuencias no afectarán al acuerdo entre PSOE y Sumar.
Una línea que siguen el resto de ministros, quienes han ido compareciendo en el día de hoy, mostrando su apoyo a las víctimas, como ha sido el caso de la ministra de Igualdad, Ana Redondo, que ha animado a todas las mujeres víctimas a que denuncien y que Íñigo Errejón sea «valiente», «dé la cara» y se enfrente a la justicia tras los hechos denunciados, esperando que «caigo todo el peso de la ley» sobre él.
Por su parte, la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, ha comentado que «el machismo no entiende de extractos sociales, dedicaciones profesionales o familias, sino que es una cuestión estructural», por lo que ve necesario que se creen «más herramientas para apoyar a las víctimas», algo en lo que » trabaja el Ministerio de Igualdad».
Andalucía
En Andalucía, la consejera de Inclusión Social, Juventud, Familia e Igualdad de la Junta, Loles López, ha asegurado este viernes ante los medios que espera «las explicaciones» por parte de Sumar, un partido «muy dado a pedirlas y a dar carnés de feminismo».
