La crisis en Muface tras el abandono de tres importantes aseguradoras del próximo concierto mantiene en vilo a 59.000 funcionarios de Málaga. La cobertura sanitaria privada de muchos empleados públicos se ha quedado en un vacío tras quedar desierta la licitación. Los principales sindicatos han amenazado con una huelga si no se arregla la situación. Desde el Gobierno central aseguran que están trabajando en un nuevo concierto más atractivo para frenar esta crisis que afecta a alrededor de dos millones de personas en España.
En Málaga, una de las provincias con más empleados públicos del país, se sigue con atención esta tensión en la Mutualidad General de Funcionarios tras la renuncia de DKV, Asisa y Adeslas. Las aseguradoras consideran que el modelo es insostenible y desde hace mucho tiempo está en el alero la continuidad de Muface.
Se trata de un cataclismo, pues más de un millón de funcionarios tendrían que pasar a la Seguridad Social, que no podría asumir está cifra de contribuyentes. Un problema que ya ha encendido a los principales sindicatos del país como CCOO, UGT y CSIF, que han llamado a una posible huelga si no se soluciona de inmediata.
Un incendio para el Ejecutivo de Pedro Sánchez que ya ha respondido su intención de llegar a un acuerdo para cubrir la atención de los mutualistas que sea más acorde para las aseguradoras. Buscan así aliviar la cuestión y el colapso del sistema de la sanidad pública y, sobre todo, no poner en pie de guerra a las organizaciones sindicales y frenar sus ansías de movilización.
La secretaria de Estado de Función Pública, Clara Mapelli, y la Dirección General de Muface han trasladado este jueves a los sindicatos que se va a empezar a trabajar «de inmediato» en una nueva licitación para la atención sanitaria de los mutualistas «más atractiva» para las aseguradoras que la que ha quedado desierta.