Las obras de ampliación del estadio de La Rosaleda para convertirse en sede del Mundial 2030 siguen sin definirse y generan dudas. Sobre todo en el Málaga, que es el inquilino de la instalación. Ante la incertidumbre por cómo se organizará la reforma, el club blanquiazul asegura que está estudiando ya la manera de mudarse definitivamente a su nueva ciudad deportiva instalando allí un espacio reservado para el primer equipo y emprendiendo la construcción de un nuevo edificio para una residencia.
Desde la entidad de Martiricos insisten en que ninguno de los tres propietarios del recinto (que son Junta de Andalucía, Diputación y Ayuntamiento) se ha reunido aún con ellos para ofrecerle alguna información, y que todo lo que saben es por otras vías extraoficiales. Precisamente a través de estas fuentes están seguros de que las remodelación de La Rosaleda afectará en su primera fase al campo Anexo y al edificio que ahora utiliza el primer equipo como espacio habitual de trabajo.
Las obras afectará también al aparcamiento y el acceso a las oficinas del club, donde trabajan alrededor de 60 empleados de forma habitual. Por tanto, a estos también se le estaría buscando un sitio en La Academia de Arraijanal. La entidad valora ya introducir las instalaciones oportunas para el día a día de los profesionales en su ciudad deportiva, y esto consistiría en oficinas para los técnicos, un gimnasio o una sala de readaptación, entre otras necesidades.
Además, desde el club consideran algo primordial la construcción de una residencia, no sólo para el primer equipo, sino también para poder comercializar La Academia en un futuro reciente al prever que los gastos de estas instalaciones se van a disparar. Actualmente se está terminando el quinto campo y se va a empezar a construir un sexto, aunque todavía no se ha decidido si será de césped artificial o natural.
Desde la FIFA aseguran que el estadio deberá estar completado a finales de 2028, por lo que cuadra con la primera previsión de las instituciones de empezar la ampliación de La Rosaleda a principios de 2025. Tal y como confirmó el alcalde de la ciudad en sus últimas apariciones, la compatibilidad de que el primer equipo y las obras puedan convivir de forma conjunta está prácticamente descartada.
Sin ir más lejos, el segundo anillo debería reformarse de forma completa, dificultando aún más la posibilidad de disputarse algún encuentro durante los trabajos. Con esta situación, se abre la novedosa posibilidad de que se adelante mucho más de lo previsto la mudanza completa del Málaga durante los próximos tres años, tanto en competición, como en el día a día de los entrenamientos.
Otro tema a desarrollar más adelante es la repercusión económica que tendrá para el Málaga no poder disfrutar de las instalaciones actuales de La Rosaleda, que le generan casi un millón de euros de beneficio sin contar ticketing (entradas sueltas y abonos). el alquiler de las oficinas para Vithas, el Museo del club y la tienda, son los principales generadores económicos en este sentido.
