Alrededor de 800.000 niños han huido de Ucrania a causa de la guerra desencadenada el 24 de febrero por la orden de invasión dada por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, según ha dicho este martes la organización no gubernamental Save the Children, que ha alertado del riesgo de que estos menores sean separados de sus familiares.
La directora de la ONG para Europa del Este, Irina Saghoyan, ha dicho que los padres y madres están recurriendo a las medidas más desesperadas y desgarradoras para proteger a sus hijos e hijas. Esto incluye enviar a sus hijos e hijas con vecinos y amigos, para que busquen seguridad fuera de Ucrania, mientras ellos se quedan en casa para proteger sus hogares».
Consecuencias psicológicas
«La separación puede suponer un profundo estrés psicológico por la incertidumbre y el miedo de lo que pueda suceder. También aumenta el riesgo de violencia, explotación, tráfico y abusos. Muchos de estos niños y niñas separados viajan con sus hermanos mayores o sus familias extendidas», ha manifestado.
Así, ha destacado que «otros viajan con vecinos u otros adultos» y ha incidido en que «necesitan protección y apoyo y siguen siendo increíblemente vulnerables». Los informes desde las fronteras apuntan a que algunos menores llegan sin compañía después de haber sido enviados por familiares que no podían salir del país, mientras que otros quedaron separados durante el caos de la huida.
«Hay que hacer todo lo posible para evitar la separación de los niños de sus cuidadores y garantizar la localización inmediata de la familia y la reunificación cuando se produce la separación. Sabemos que cuanto más rápido actuemos, más probabilidades habrá de reunir a los niños y niñas con sus cuidadores», ha dicho Saghoyan. «Seguiremos respondiendo donde más se nos necesite y donde los niños y niñas necesiten protección urgente», ha zanjado.