La energía defraudada en la provincia de Cádiz ha superado los 15,8 millones de kilovatios hora, de los cuales 4,2 provienen de plantaciones de marihuana, esto supone que el 26% de la energía defraudada hasta el mes de octubre de 2024 proviene de estas plantaciones.
En una nota, Endesa ha informado de que desde que se inició el año 2024 y hasta octubre ha abierto 2.228 expedientes por fraude en la provincia, de los cuales 64 proceden de plantaciones de marihuana, es decir, se ha detectado una a la semana.
Estas plantaciones de interior demandan energía las 24 horas del día los 365 días al año y consumen como si 80 viviendas demandaran a la vez energía sin parar. Esta situación provoca la saturación de las redes eléctricas, suponiendo «un problema para la salud y seguridad de las personas que viven en estos entornos», que «ven mermada la calidad de suministro eléctrico y se enfrentan a situaciones de peligro como electrocuciones o incendios al verse manipuladas las infraestructuras eléctricas», ha advertido Endesa.
«El fraude mata», así de rotundo lo ha expresado el director general de Redes de Endesa, José María Revuelta, quien ha apuntado a la manipulación de las instalaciones eléctricas para prácticas como el cultivo de marihuana y a la sobrecarga de la red de distribución, «por su consumo desorbitado», como principal razón de los cortes de suministro que se registran en los barrios donde mayor concentración de plantaciones de marihuana hay.
En esta misma línea, ha explicado cómo en el momento en el que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado llevan a cabo actuaciones contra las plantaciones de marihuana, el efecto en las redes de distribución es «inmediato», con un descenso de la sobrecarga de las instalaciones eléctricas y, por ende, de las incidencias las incidencias.
Endesa expone que las plantaciones de marihuana suponen el 26% de la energía defraudada en la provincia
Sobre este asunto, ha puesto de ejemplo el efecto que ha tenido la Operación Vulcano de la Policía Nacional en el barrio de Las Tres Mil Viviendas de Sevilla, donde tras incautarse varias plantaciones, se registró un descenso en la carga de los centros de transformación de «un 40% en algunos casos». Así, las incidencias disminuyeron «un 47% en los seis centros de transformación más afectados por sobrecarga de la red».
La causa y el efecto de la marihuana en las redes de distribución está «intrínsecamente ligado». Las plantaciones son las que provoca una sobrecarga en la red que deriva en cortes de suministro y afecta no solo a la compañía y a sus trabajadores, sino también a los clientes que tienen contrato de suministro en vigor. Estos se encuentran con problemas en el suministro no causados por falta de energía, sino «por exceso de demanda energética fraudulenta, y con instalaciones manipuladas que pueden suponer un peligro para la seguridad de las personas».
Según Endesa, los centros de transformación afectados por sobrecarga derivada del cultivo de marihuana registran una demanda que está «muy por encima de la que se consideraría normal en base a los clientes que tienen contrato en vigor».
A esto se suma «el aumento de violencia en estas zonas donde actúan mafias organizadas», algo que «ha quedado patente tras las imágenes con armas de guerra que recientemente se han podido ver en zonas con alta tasa de plantaciones de marihuana».
