El Consejo Regulador de la Denominación de Origen «Málaga», «Sierras de Málaga» y «Pasa de Málaga» está inmerso desde el pasado verano en la celebración del centenario de la marca «Málaga» para vinos. Para ello se ha diseñado el programa «Un siglo en boca de todos» con el que se están desarrollando actividades en torno a los vinos malagueños en toda la provincia. Aprovechando la celebración de la Jornada “Los orígenes del vino y la pasa en la Axarquía. El complejo pasero de San Pitar” en la escuela de hostelería del Castillo del Marqués en Valle-Niza hemos hablado sobre el pasado, presente y futuro de los vinos de Málaga con el comisario de este programa de actividades, José Manuel Moreno Ferreiro, que ha sido secretario del citado Consejo Regulador.
¿Qué se celebra con este programa de actividades?
En 1924 se inscribió la marca Málaga en la oficina de patentes y marcas. Era el reflejo de muchos años de lucha contra el fraude y la imitación que se había producido durante los siglos XVIII y XIX principalmente. Hay que tener en cuenta que en aquella época hacer un buen vino era imitar los vinos que tenían fama en el mercado y se hacían vinos al estilo Málaga que mermaban la capacidad comercial de los productores malagueños. Los bodegueros se pusieron de acuerdo para solicitar una marca que fuese protegida y así fue como la asociación gremial de productores, criadores y exportadores de vinos de Málaga solicitó la inscripción en la oficina de patentes y marcas. Esa inscripción fue precisamente la que daría posteriormente paso a la creación de las denominaciones de origen que nacieron en 1932.
Aunque se celebran los 100 años de la marca, tras los vinos de Málaga hay muchos siglos de historia, ¿no es así?
El siglo XX es una etapa de decadencia en cuanto a volúmenes en la producción de vino en nuestra provincia. Los siglos XVII y XVIII y parte del XIX marcan la época de mayor esplendor de nuestros vinos pero cambia el gusto del consumidor que ya no quiere vinos tan potentes, surgen otras economías alrededor de la revolución industrial dejando en segundo plano al ámbito agrario y además sufrimos la filoxera que dio lugar a una hecatombe que trajo como consecuencia el abandono de muchos viñedos. En Málaga en 1874 que fue cuando entró la filoxera había 112.000 hectáreas de viñedo, algo menos de la que hay actualmente en la Mancha. Hoy en Málaga hay 4.000 hectáreas de viñedo en las que hay 48 bodegas elaborando vinos.
¿Los principales cambios en el mundo del vino en Málaga se han producido en las últimas décadas?
El cambio que se llevó a cabo a final del siglo XX con la creación de la denominación de origen Sierras de Málaga y la apertura del concepto en la producción de vinos Málaga ha cambiado radicalmente la percepción de nuestros vinos. La aparición en el mercado de los vinos Sierras de Málaga (blancos, tintos y rosados) facilitó el acercamiento de nuestros vinos entre los consumidores. Eso ha sido muy importante porque ha servido para divulgar el trabajo que hacen los viticultores. Los vinos Málaga se iban quedando en un segundo plano y hoy han vuelto a renacer de la mano de estos otros vinos. La creación de la denominación de origen Sierras de Málaga ha sido un acierto para proteger ese tipo de vinos que empezaron a elaborarse en la provincia en los años 80 y que ha permitido vinos con expresiones asociadas al terruño y tener muchas variedades que nos hacen ser una denominación de origen muy interesante para el consumidor.
¿Cómo podríamos definir el momento actual de los vinos de Málaga?
Es muy bueno, excelente. Cada día existen productores más entusiasmados en los productos que elaboran. El consumidor se está acercando cada vez más a nuestros productos. Los restauradores buscan ya nuestros vinos aunque necesitamos más apoyo por su parte. Nuestros vinos están en una posición muy interesante, con mucho futuro, que nos permite imaginarnos que dentro de unos años no será extraño ir a un restaurante pedir un vino que se elabora en Málaga sin extrañeza. El objetivo de la denominación de origen es dar a conocer en un mercado tan importante como el de Málaga nuestros propios vinos y hacer posible que nuestras elaboraciones formen parte del patrimonio gastronómico de nuestra provincia.
En contra de los vinos malagueños se usa muchas veces su precio, ¿está justificado?
El precio no es valor condicionante ya que el precio está siempre asociado a la notoriedad. Yo diría que el problema es la notoriedad. Si nuestros vinos tuvieran una gran notoriedad entre los consumidores a nadie le extrañaría que los nuestros tengan el mismo precio que otro de la misma calidad de cualquier otro sitio. A nadie le extraña que un vino con una gran notoriedad tenga un precio desorbitado y a lo mejor no está por encima de los nuestros. Lo que tenemos que trabajar no es en el concepto del precio, están sujetos a los costes, pero si tenemos que trabajar en hacer valer nuestros vinos. En viñedos de la Axarquía, con pendientes de más de un 40 por ciento, hay una producción de 2.000 o 3.000 kilos por hectárea mientras que en otras zonas llanas hay una producción de 14.000 kilos. Si fuera un restaurador o un consumidor no estaría preocupado del precio, estaría más preocupado de lo que trasmite y significa ese vino. Nuestros vinos en algunos casos deberían ser más caros. El acercamiento al vino no puede ser solo a través del precio, tiene que haber un acercamiento cultural, patrimonial en el que tienes que ver mas cosas detrás de la botella.
¿Cómo se está transcurriendo la celebración de este centenario?
Cumplimos un centenario que queremos celebrar de forma colectiva porque es un patrimonio común. Queremos acercar nuestros vinos, nuestra historia, nuestros viñedos a toda la población. Lo hemos planteado con actividades en las zonas principales de producción y consumo en la provincia como Ronda, Málaga, Axarquía, Costa del Sol o Antequera conectando la historia con nuestros vinos. En la Axarquía hemos tenido una conferencia sobre los fenicios y el vino moscatel en la que hemos hecho una cata maridada con vinos y pasas de Málaga y Alicante y una visita a San Pitar. En Estepona hicimos una cata frente al mar, en Ronda se hará una representación teatral relacionada con el mundo del vino y una cata posterior, en Antequera habrá una disertación del arqueólogo que ha descubierto vinos del neolítico en la cueva de Menga. Además enla Facultad de Turismo de la UMA el martes 26 de noviembre a las 18.30 horas el sumiller del Marbella Club, Ángel González, ofrecerá la conferencia “Parangón de los Vinos de Málaga”, con el objetivo de contrastar la equivalencia de los vinos malagueños con las grandes referencias internacionales y el viernes 29 y sábado 30 los pintores Andrés Mérida y Antonio Montiel cerrarán la programación de noviembre con la actividad “Envinarte” en la que
realizarán sendas obras en directo utilizando vino y con ayuda de participantes.