Agentes de la Guardia Civil han detenido en Torrox a una mujer como supuesta autora de un delito de trata de seres humanos y otro de tráfico de drogas. La operación, denominada ‘Lendi’, se inició cuando los agentes tuvieron conocimiento de que un chalet ubicado en Torrox podría estar siendo utilizado como una casa de citas.
Después de numerosas gestiones operativas llevadas a cabo y una ardua investigación, los guardias civiles tuvieron la certeza de que varias de las mujeres que se encontraban en el local podrían estar siendo coaccionas y engañadas para ejercer la prostitución. Por ello, los investigadores realizaron, previa solicitud a la Autoridad Judicial, una entrada y registro en el local.
Los agentes de la Guardia Civil pudieron comprobar que el garaje había sido transformado en habitación, donde tenían lugar las relaciones íntimas con los clientes. Además, el habitáculo, según afirma la Guardia Civil en un comunicado, carecía de las mínimas condiciones higiénico-sanitarias.
Tras las manifestaciones de las mujeres que trabajaban en el local, los agentes detectaron que podían estar siendo engañadas para prostituirse, llegando incluso a ser drogadas y coaccionadas. Además, los agentes encontraron en la habitación de la persona responsable del local varias dosis de distintos tipos de droga, sustancias de corte, así como una balanza de precisión y pequeñas cantidades de dinero.
Por todo ello, los investigadores procedieron a la detención de la mujer encargada del local por la supuesta comisión de estos ilícitos, siendo puesta a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 1 de Torrox.
Trata de mujeres en Málaga
Hace unos días, 101 Televisión tuvo acceso al documento de calificaciones elaborado por el Ministerio Fiscal de un caso diferente a este en el que se encuentran implicadas 16 personas, cuatro de ellas al frente de la organización que se enfrentan a una pena de 128 años de prisión por la comisión de integración en grupo criminal, trata de seres humanos, prostitución de mayores de edad y tráfico de drogas.
Los cabecillas de la organización criminal, dos hermanos y otras dos personas, una de ellas pareja de uno de los hermanos, gestionaban el traslado de mujeres, aprovechando su situación económica muy precaria, con cargas familiares, desde países sudamericanos hasta Málaga para que ejercieran en su beneficio la prostitución. Cuando llegaban a España, las recogían y las alojaban en pisos que gestionaban.
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