El camino para la rehabilitación de la Casa Invisible sigue tiene más piedras en su curso para el Ayuntamiento de Málaga. Ha sido el recurso presentado por la empresa que quedó en segundo puesto en el concurso para la redacción del proyecto, Yamur Arquitectura y Arqueología, la que lo ha recurrido por «irregularidades». Un recurso que pretende impugnar el informe de valoración sobre el que se sustenta la adjudicación y que, a juicio del equipo jurídico de La Invisible, se «extralimita» en la aplicación de criterios que, además, no aparecen recogidos en el pliego de condiciones del contrato.
Según ha informado una de las miembro del equipo jurídico del colectivo, Amanda Romero, se han incumplido los principios básicos de «igualdad, transparencia y no discriminación» que contemplan estos trámites. Todo ello, con una diferencia de 13 puntos respecto a Fresneda & Zamora y denunciando que el planteamiento escogido no pone en primer plano la conservación del inmueble. Así lo ha explicado José Manuel López Osorio, el arquitecto que redactó el proyecto presentado por la Invisible en 2016.
«Ha sido el informe de valoración emitido por los técnicos del Instituto Municipal de la Vivienda el que ha optado por valorar positivamente un modelo de intervención que no considera la conservación del edificio ni de sus elementos patrimoniales como la principal condición que debe cumplir el proyecto, tal y como indicaba el propio pliego del concurso», ha asegurado el arquitecto, quien ha catalogado como un hecho «grave», apelando a que se está atentando contra elementos protegidos por la ficha de catálogo según lo que ya había interpretado el propio informe técnico de la gerencia de Urbanismo en 2016.
Conservar la singularidad
Como han argumentado los de la Invisible, en dicho pliego, la redacción del proyecto responde a tres aspectos principales que son: la rehabilitación arquitectónica para la recuperación de un edificio protegido, la rehabilitación energética y el diseño de sostenibilidad, así como la adaptación de los espacios a un uso cultural. En este sentido, el proyecto de Yamur, en el que han trabajado profesionales del colectivo, la apuesta se centra en conservar la singularidad de los espacios y sus materiales, nada que ver con la propuesta que se ha llevado la victoria, según han explicado.
López Osorio ha detallado que en dicha propuesta se eliminan tabiques racionalizar los espacios, así como desmontar la escalera principal sustituyéndola por otra para mejorar la accesibilidad. No solo eso, también se añade una rampa desde la entrada de Nosquera con el patio de Andrés Pérez, lo que modificaría por completo la ubicación del zaguán y su arco de herradura. «El Ayuntamiento ha vuelto a demostrar que prima el concepto museístico, la cultura del consumo y el mayor número de visitantes posibles aunque pase por encima de destruir la singularidad y el valor patrimonial de un edificio», ha añadido Amanda Romero.
Por todo ello, el recurso especial en materia de contratación interpuesto resulta una exigencia que pretende garantizar el principio de igualdad y transparencia, así como del deber de motivación. De manera que se dé cumplimiento a un modelo de intervención arquitectónica que conjugue «la rehabilitación arquitectónica con la recuperación de un edificio protegido, la rehabilitación energética y el diseño sostenible y la adaptación de lo espacios a un uso cultural», tal y como exige el pliego.
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