Samuel Molina no es sólo un gran boxeador y el campeón de Europa del peso wélter. También es un valiente. Podía no haberse metido en el berenjenal de medirse a un excampeón mundial como el mexicano Alejandro Meneses tras su éxito continental, pero su regreso a Málaga, a su casa de la Saga Heredia, ha sido exitoso aunque el larguirucho rival demostró con su fiereza que aquí no se regala nada.
El próximo objetivo es la gran velada prevista en el Martín Carpena para el próximo 15 de febrero. Esta cita está marcada en rojo en el calendario, pues será su primera defensa del título EBU y todo apunta a que ante un rival de mucha entidad. Un hito para el boxeo andaluz en una velada en la que también está confirmado Baldo Mira, el otro malagueño de moda que anoche se presentó como nuevo boxeador de la Saga Heredia.
Volviendo a lo de Samuel Molina, lo hace casi todo bien en el boxeo. Era consciente de que el mexicano tenía un estilo ofensivo y supo aguardar durante los primeros arreones de su rival para luego imponer su ritmo en un combate a ocho asaltos muy plástico, en la línea de las peleas del púgil malagueño.
A mitad del combate, Meneses quedó muy tocado entre el pómulo y el ojo por ese martillo pilón que es la derecha de Molina. La zozobra, lógica, ante un contrincante que ha llegado a estar en una muy buena posición del ránking mundial la fue superando ‘La Esencia’ a medida que iba perdiendo fuelle el mexicano. Un boxeo, el del malagueño, cada vez más inteligente. Parece un veterano metido en el cuerpo de un joven, un deportista además con un físico privilegiado.
La dura pelea, con mucho riesgo, se ha saldó con victoria clara en las tarjetas de Molina, que está muy cómodo con su gente pero al que ya se le queda chico el gimnasio de Saga Heredia. Esta ‘Esencia’ pide un frasco más grande como los dos próximos combates que están por venir en su carrera. A sus 25 años es una de las realidades de los cuadriláteros españoles con 31 victorias en su carrera profesional (15 de ellas por KO) y tan sólo tres derrotas.
Una velada completa
La nave del Polígono Estrella estuvo abarrotada durante la tarde-noche de este sábado. El único aliciente no fue Molina, sino que los asistentes también disfrutaron de un combatazo entre el campeón español Falito Acosta y el temible mexicano Cristian Bielma, que terminó con un triunfo muy ajustado del sevillano.
También intenso fueron los asaltos entre el pluma malagueño Rubén Gil, llamado a grandes logros, y el italiano Matteo Fiorini, que vendió muy cara su derrota ante el local. Otras peleas profesionales fueron las victorias del cubano Carlos Mena al panameño Omir Rodríguez; y la incontestable del búlgaro-fuengiroleño Jonny Martinov al nicaragüense Zeledón.
En la parte de los combates amateur destacó la presencia con triunfo de Rafa Lozano Jr, el púgil olímpico que ya llamó la atención en los Juegos de París 2024 y que estuvo secundado por su padre, el seleccionador nacional y medallista olímpico, Rafa Lozano sénior. Venía de viajar toda la noche desde Dubai, pero también dio espectáculo.
En definitiva, un buen momento el que vive el boxeo español y el malagueño con puntales como Samuel Molina que mira ya con ganas a la gran velada de Málaga en el pabellón Martín Carpena fijada para el 15 de febrero. Una cita que puede ser un antes y un después para él malagueño y para la historia del noble arte en la Costa del Sol.
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