En un suspiro del cielo de Málaga, que ha dado tregua a una lluvia que se avecinaba con fuerza, ha tenido lugar el tradicional acto en homenaje a quienes reposan bajo el obelisco de la plaza de la Merced. Fue el 11 de diciembre de 1831 cuando el general José María Torrijos fue fusilado en el intento de recuperar la libertad que creó el marco de de la Constitución de 1812 junto a su casi medio centenar de compañeros.
Ha sido sobre las 13:30 cuando los hechos han tomado realismo en plena plaza, a los pies del monumento, para mostrar mediante una escenificación cómo transcurrieron los hechos. La historia de los personajes que descansan en el cementerio de La Merced, como alguno lo denominan, radica en aquel día de diciembre de 1831 cuando el general liberal y 48 hombres fueron fusilados en las playas de San Andrés por orden del monarca absolutista Fernando VII.
«¡Carguen!, ahí están los liberales en el regazo de la muerte que entregaron sus vidas por defender una patria. A estos nobles héroes rendir la gloria han alcanzado y sus inmortales almas», narraba una de las protagonistas mimetizada con la vestimenta de la época, con lo que han interpretado incluso a la mujer de Torrijos.
El acto celebrado en la la plaza de la Merced destaca la figura de este general cada año, justo donde el obelisco se levanta para acoger de manera digna sus restos y los de sus compañeros. Así, el encuentro se ha celebrado comenzando con su tradicional acto institucional con sus respectiva entrega de coronas florales.
«En siete años se cumplirán dos centenarios de aquella fecha grabada en la historia de España donde la sangre generosamente derramada por Torrijos y sus compañeros nos deben señalar un camino», ha apuntado el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, quien ha recordado que las playas de San Andrés recogieron la sangre de estos héroes de la libertad
Un ejemplo de valentía
El primer edil también ha recordado cómo fueron las últimas horas del general en el convento de San Andrés, marcadas por la valentía de defender su libertad. Lo ha hecho justo antes de que la Banda Municipal de Málaga entrara en escena para tocar el himno de Andalucía y España. Lo ha hecho junto a junto a la Corporación municipal; el portavoz del PSOE, Daniel Pérez; y la portavoz de Con Málaga, Toni Morillas, entre otros.
«Querían recuperar la libertad que daba la primera constitución de 1912, lo que debería estipular el camino a seguir en 2024, cuando hemos celebrado 46 años de nuestra Constitución que recupera y perfecciona el contenido de aquella y supone una etapa de libertad democracia y derechos humanos para nuestro país», ha remarcado De la Torre, quien ha añadido que hay que trabajar para gobernar bien.
Así, los restos de Torrijos, cuya alma sigue viva como han expresado los presentes, reposan en una gran cripta bajo el monolito que se inauguró once años después del fusilamiento de los casi cincuenta hombres y que hoy día ya es un tesoro muy valioso en la historia de Málaga.
Torrijos nació a finales del XVIII y creció en Madrid dentro de una familia de funcionarios cortesanos trasladados desde Andalucía. De hecho, sus padres consiguieron que con sólo diez años llegara a la corte como paje de Carlos IV, donde comenzaría su pasión por lo militar. Finalmente, falleció tras acatar la Constitución de las Cortes de Cádiz y buscar hasta su último aliento romper las cadenas del absolutismo de la época, cayendo fusilado en la Playa de la Misericordia de Málaga aquel 11 de diciembre de 1831.