Era un secreto a voces. Tal y como pudo conocer 101 Televisión, el Marbella negociaba con el Málaga CF la posibilidad de jugar en el estadio de La Rosaleda su histórico enfrentamiento ante el Atlético de Madrid, correspondiente a los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. La dificultad de jugar en la Dama de Noche ha obligado a los marbellíes a tener que cambiar su escenario, siendo el caso del escenario Martiricos la primera opción. Esas conversaciones siguen su curso, aunque la RFEF ya lo aprueba oficialmente.
Ahora llega el turno para que el conjunto marbellí y el Málaga pacten las condiciones económicas para que se pueda desarrollar el duelo en este recinto. Desde el inicio de esta semana se han puesto en contacto ambos entes, negociando el porcentaje de gastos que debe asumir el Marbella y la cantidad final de las taquillas que perciban. Ambos buscan obtener el máximo rédito posible, aunque el tiempo se agota para dar una respuesta concreta y certera a la Federación.
Gil, el apellido que unió la camiseta del Atlético de Madrid con Marbella
La Rosaleda parece el lugar ideal para recibir a los dos conjuntos, que disputarán el ya renombrado como ‘derbi Gil’. Cabe destacar que el Marbella lleva dos temporadas sin jugar en su estadio principal, el Municipal Antonio Lorenzo Cuevas, que se encuentra inmerso en una profunda remodelación para convertirse en uno de los estadios más modernos del país, con un aforo superior a los 10.000 espectadores.
Ahora bien, los problemas burocráticos han frenado la construcción del recinto, lo que les está obligando a jugar en La Dama de Noche. Dicho estadio no reúne los condicionantes necesarios para albergar una cita de este calado: aforo muy limitado y falta de accesos, entre otras cuestiones.
Se espera un aluvión de aficionados del Atlético de Madrid de toda la provincia de Málaga pero también de otras partes de Andalucía, de provincias vecinas como Almería, Jaén o Granada, donde los colchoneros gozan de una gran aceptación. Igualmente, los marbellíes tendrán que fletar autobuses para ejercer de locales y meter presión desde la grada a todo un Primera División, el tercer grande de España en discordia, además de los malaguistas que simpaticen con este club malagueño. Todo esto deberá producirse tras cerrar un acuerdo que aún sigue en el aire.