El XII Estudio de Turismo Familiar, que ha sido presentado este jueves en el Museo Carmen Thyssen de Málaga, señala que el precio continúa siendo el elemento más importante a la hora de escoger el destino. Sin embargo, cada año reduce un poco su peso. En 2022 fue un factor decisivo para el 65% de las familias, en 2023 pasó al 61% y en 2024 al 57%, siempre según los datos del estudio. Las siguientes variables que influyen a la hora de elegir el destino son las ofertas (18%), que los destinos estén, o no, masificados (17%).
Precisamente, Málaga está en pleno debate sobre cuestiones como los pisos turísticos, la tasa que el alcalde de la ciudad quiere que se le cobre a los viajeros que se alojan en hoteles y apartamentos turísticos. La masificación y saturación es uno de los centros del debate social para los malagueños. De ahí, la importancia de que sea un factor cada vez más buscado a la hora de elegir un destino
Sobre el tipo de alojamiento, este estudio muestra que los hoteles de media-alta categoría son el alojamiento preferido de las familias (39%). Le siguen los apartamentos (25,5%), los campings (15,63%) y las casas rurales (15,6%).
El destino preferido de las familias sigue siendo el de sol y playa (59%), aunque ha perdido puntos en favor de los de montaña (14%) y los urbanos (13,4%), que son los dos destinos que más han crecido. Las familias, de hecho, eligen Andalucía como el mejor lugar para disfrutar del turismo familiar en cualquier época del año.
«El turismo familiar aporta mucho. No es fácil viajar en familia, por lo que implica, por los costes, por lo que se busca, por ponerse de acuerdo. A pesar de la inflación, es importante que las familias sigan viajando», ha expresado el concejal de Turismo del Ayuntamiento de Málaga, Jacobo Florido.
Perspectivas de futuro
El turismo familiar, según el estudio, afronta el año 2025 con buenas perspectivas. Las familias viajarán más y harán un mayor gasto en estos viajes. La cuestión económica seguirá siendo un factor fundamental, pero también valorarán otras cuestiones como los destinos no masificados y tranquilos o los alojamientos adoptados.
Tal y como indican los datos, para 2024, un 46% de las familias tenían intención de gastar más en viajes y para 2025 son más de la mitad (53%) las familias que tienen claro que gastarán más en el capítulo de las vacaciones familiares.