Es como el buen jamón serrano, lo primero que ves en la mesa, es secundario, pero cuando lo pruebas es esencial. No siempre ha estado en el centro de los focos, pero eso no es importante para robar las escenas con su presencia.
El actor malagueño, Lucio Romero, era reconocido el pasado 11 de diciembre como el intérprete en activo más longevo de toda España. Un homenaje que organizaban la fundación AISGE, entidad que gestiona en España los derechos de propiedad intelectual de los actores, dobladores, bailarines y directores de escena, y la sociedad económica amigos del país.
Marchó en el año 1960 a Madrid buscando un sueño, interpretar, entretener, ser actor, conquistar al público. El hijo del carnicero de calle San Juan, en la que siempre echaba una mano a la familia en la tienda, siempre atendía a la clientela interpretando ese papel.
En Madrid hizo muchas amistades con compañeros de profesión, pero cuenta que José Sazatornil y Fernando Fernán Gómez fueron algunos de sus inseparables. Del último comenta que le aseveró “Lo en esta profesión no es hacer un buen papel, sino mantenerse en el trabajo”. Consejo que aplica en su carrera en la interpretación de la que aún está lejos de retirarse.
Son muchas las anécdotas y poco el tiempo para contarlas. Uno de sus papeles frustrados es el de ‘Hamlet’. Sin embargo está orgulloso de haber sido el creador de ‘No somos ni Romero ni Julieta’, en la que se consagró como el gran comediante que es.
No han faltado los engaños, las traiciones y los malos gestos, pero Lucio es un hombre sin rencores y prefiere quedarse con la parte buena de la historia. Entre sus próximos proyectos está el de viajar a Madrid en enero para trabajar en un rodaje del cual no podemos dar más detalles.
Un sueño cumplido
La entidad que gestiona en España los derechos de propiedad intelectual de los actores, dobladores, bailarines y directores de escena, AISGE, anunciaba durante el acto homenaje que ya se han dado los trámites necesarios para contar con una sede en Málaga.
Se hará esperar al menos dos o tres años, pero será una realidad y una suma más para el mundo de la interpretación y las artes escénicas y cinematográficas de la ciudad. Se erigirá en la antigua fábrica de la luz, el edificio de ladrillo visto que se encuentra entre la calle Carretería y la Avenida de la Rosaleda. Lo más importante de esta noticia es que contará con una sala de exposiciones permanente para acoger la gran colección de carteles de cine que Lucio atesora, unos 4.000 según el propio actor