Solo hace unos días desde que los turrones dejaron de presidir las mesas de muchos hogares. En alguna que otra casa, aún quedan restos de una Navidad que además de buenos momentos con familia y amigos, ha traído más de un manjar. Y en consecuencia, más de uno lleva desde el 1 de enero tratando de tachar alguno de los propósitos marcados para este nuevo año.
Entre ellos, perder peso y lograr tener una vida más saludable suelen estar en orden preferente, sin embargo, hay que tener cuidado de cometer errores a la hora de intentar adquirir hábitos que conduzcan a ese fin. Carmen García Cortes, nutricionista de la unidad de dietética y nutrición en el Hospital Vithas de Málaga, tiene claro que la prioridad “no debe ser perder aquellos kilos de más, sino mantener esa salud nutricional que hay que mantener”. Y así lo ha explicado en una entrevista concedida a 101 Televisión en su consulta.
-Sabemos que la Navidad es periodo de excesos, ¿qué podemos hacer para empezar a tener una vida más saludable?
Después de la Navidad es muy normal tener incluso sintomatología, hinchazón abdominal, falta de energía y además se recuperan dolores musculares y articulares que a lo mejor se tenían controlados antes de la Navidad y vuelven. Entre las recomendaciones generales, lo primero sería intentar reincorporar o adoptar hábitos que sean saludables pero de una manera que sea progresiva y que sean sencillos, antes de ponernos con una dieta muy restrictiva.
-¿Algún hábito concreto que podamos adoptar?
Hay una herramienta muy útil que es el método de Harvard, que consiste en configurar un plato de manera correcta. Lo dividimos en cuatro partes, la parte inferior estaría compuesta por frutas y verduras, la mitad superior con un cuarto que iría destinado a proteína animal (carne, huevos pescados) o vegetal (legumbres, semillas, frutos secos) y el otro cuarto serían hidratos de carbono (cereales, preferentemente integrales). Y el aceite de oliva virgen extra como grasa principal también es muy importante.
-Todo esto prestando atención a otros aspectos como la hidratación…
Exactamente, es muy importante también mantenerse hidratado, masticar bien, comer lento, mantener una buena higiene del sueño, ir eliminando o reduciendo bebidas alcohólicas, alimentos ultraprocesados, bollería, aceite refinado, harina refinada, platos precocinados, todo eso es muy importante.
-¿Y el deporte?
Es importante hacer la actividad física antes de las cinco de la tarde porque acompañamos nuestro reloj biológico. Se puede realizar por la mañana para empezar con energía el día o por la tarde para desconectar. Súper importante también recuperar un horario de alimentación, no es tan importante el número de comidas que hagamos sino mantener cada día el mismo patrón alimentario. Y si se va a hacer un cambio de alimentación es importante consultar con un especialista cualificado como tal antes de realizarlo.
-Entonces, ¿hay que buscar esa manera de que el cuerpo se acostumbre?
Exacto, la gente empieza a hacer cosas como el ayuno intermitente, que es una forma de perder peso pero hay que hacerlo siempre bajo la tutela de un profesional de la salud y a corto plazo. Nunca lo haría de vuelta de las navidades. Primero, recuperar hábitos, configurar bien el plato, de una manera completa y equilibrada.
-Igualmente con el deporte, poco a poco…
Exactamente. De hecho, ahora está muy de moda el deporte de alto impacto y eso hay que controlarlo. Primero, ponerse en manos de un entrenador personal o de un centro deportivo y si se va a realizar en casa empezando en un nivel muy básico y más tipo pilates o yoga. Las mancuernas también son muy seguras y se puede ir incrementando el peso mientras se va avanzando. Lo que se está viendo además mucho en consulta es que vuelven los dolores musculares al no haber realizado ejercicio durante un tiempo.
-¿La gente sigue teniendo ganas de cuidarse?
Sí. Vemos mucho en consulta que la gente tiene ganas de recuperar esa rutina y ese orden. Hay que saber también desconectar en las navidades pero recuperar hábitos saludables en la mayor parte de los días del año.
-¿Existen las dietas milagrosas?
Hay que tener las herramientas adecuadas para conocer el etiquetado nutricional, conocer cómo se configura un plato saludable, antes de limitar los hidratos de carbono y perdemos la fuente de energía principal que es la glucosa. Las grasas saturadas hay que incluirlas también. Muchas veces falta conocimiento, educación nutricional en la población y directamente queremos ir a una dieta milagrosa para resultados cortoplacistas, con lo que luego viene un efecto rebote tremendo y sobre todo en el camino de esa dieta no se ha aprendido nada. Se ha pretendido un objetivo de X kilos de peso en vez de pensar cuál es la composición corporal correcta, qué porcentaje de masa, grasa corporal o agua tengo que tener dentro.
-¿Qué debe tener claro una persona a la hora de empezar el proceso de cambio?
En consulta intento explicar muy bien cuáles son las ventajas de tener una buena salud nutricional, pasando por la salud de la piel, la vista, funcionamiento óseo, muscular, del aparato digestivo, y una mayor esperanza de vida. Hay que trasladar ese mensaje a la sociedad de que no sea perder los tres kilos que he ganado en Navidad, sino mantener esa salud nutricional que tengo que mantener.
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