La lluvia de barro provocada por el polvo en suspensión que llega desde el Sáhara y que ha cubierto este martes buena parte de la Península también se deposita en las plantas de energía solar, tanto las termosolares como las fotovoltaicas, a las que podría generar pérdidas de al menos 225.000 euros diarios, según estima empresa especializada en meteorología aplicada a la predicción energética Meteo for Energy.
En su análisis, ha considerado el precio medio de este martes, a 250 euros el megawatio hora, y que las plantas termosolares con almacenamiento pueden estar operando en esta época del año alrededor de 18 horas, por lo que calcula que estas podrían tener unas pérdidas de unos 225.000 euros diarios.
No obstante, precisa que las energías más perjudicadas por esta situación meteorológica adversa son las plantas solares, tanto la fotovoltaica como la termosolar, ya que ambas disponen de un campo solar que capta la radiación, pero con la lluvia de barro este campo se ensucia y se reduce considerablemente la energía convertible en electricidad.
Además, añade que en el peor de los casos esta reducción puede producir una inoperatividad de la planta, al no contar con la energía suficiente para arrancar los inversores o generar el salto térmico en el ciclo de vapor.
Por ejemplo, en una planta de 50 megawatios –lo habitual en las termosolares– estos eventos acompañados de lluvia pueden generar barro en el campo solar e incluso puede llegar a parar la producción durante aproximadamente tres días.
Considerando el precio medio de hoy, que está a 250€/MWh y que estas plantas con almacenamiento operan alrededor de 18 horas en esta época del año, calcula que la pérdida es de unos 225.000 euros diarios.
Por ello, el director de I+D de Meteo for Energy Ibon Salbidegoitia, ha subrayado que una correcta limpieza de los paneles de un campo solar es clave, pero suele ser uno de los conceptos olvidados y minusvalorados, donde en muchas ocasiones se prefiere ahorrar la inversión, hasta que llega una borrasca como Celia y deja al titular de la planta sin ingresos durante unos días.
En este sentido, Salbidegoitia expone que la predicción del polvo en suspensión y la evolución espacial del mismo funciona de forma parecida a la evolución de las nubes en referencia al vapor de agua y permite tomar medidas al sistema solar para minimizar su impacto.
Por ello, aboga por que los titulares de las plantas tomen medidas de prevención, tales como preparar los equipos de limpieza para que entren justo después de la tormenta de polvo o, en los campos solares con seguidor, inclinar las superficies para que se deposite la menor cantidad de polvo posible.
Así, explica que la predicción de Meteo for Energy señala que en el caso del sector termosolar, la plataforma es capaz de mostrar la evolución temporal de cómo se va a desplazar la tormenta de polvo y si está o no acompañada de agua.
No obstante, recuerda que una lluvia de polvo puede generar grandes cantidades de barro que requieren una limpieza especial que conlleva más tiempo. Por ello, aconseja a los titulares de las plantas estar informados con 24 horas de antelación para poder preservar el campo solar y minimizar los problemas de producción derivados.
Asimismo, otra de las recomendaciones es colocar los paneles en posición de inclinación de seguridad en dirección opuesta al viento y reducir así la cantidad de barro adherida y reducir la suciedad después de la tormenta para poder seguir operando el campo solar mientras los equipos de mantenimiento recuperan la limpieza para seguir a máximo rendimiento.