CSIF se ha concentrado este miércoles en Málaga a las puertas de la Subdelegación del Gobierno para denunciar la situación insostenible que padecen alrededor de 430 maestros y maestras de Religión de centros educativos públicos de la provincia, más de 2.000 en Andalucía.
Cerca de una treintena de personas ha participado en la protesta para denunciar que los maestros de Religión fueron los únicos que quedaron excluidos cuando se produjeron las transferencias educativas desde el Gobierno central a la Administración autonómica, hace ya casi 40 años. Para CSIF, es una situación absolutamente irregular que sigue arrastrándose después de varias décadas, y que perjudica a estos profesionales de la educación que trabajan en centros de la Consejería de Educación pero dependen del Ministerio de Educación.
Esta circunstancia produce situaciones surrealistas como que los directores de los colegios de Infantil y Primaria en los que presta servicio este personal pertenecen a una Administración distinta, con distinta normativa, derechos y obligaciones.
Los maestros y maestras de Religión no tienen los mismos permisos y licencias que sus compañeros y compañeras de Secundaria, que sí fueron transferidos a la comunidad autónoma junto con el resto del personal educativo, ni tampoco pueden acogerse a reducciones por ser mayores de 55 años, ni se les reconocen sus sexenios por vía administrativa, ni son considerados personal del centro en algunos planes y programas educativos, así como tampoco les son reconocidas otras tareas o funciones docentes que les serían aplicables como miembros del claustro.
Esta discriminación se ve agravada con el acuerdo alcanzado entre la Consejería y los sindicatos sobre el Convenio Colectivo del Profesorado de Religión, que no podrá ser de aplicación a los maestros y maestras hasta que no sean transferidos.
CSIF recuerda que ha reclamado en multitud de ocasiones y por todos los medios las transferencias, pero sólo ha obtenido la callada por respuesta, tanto por parte del Ministerio como por parte de la Junta. Debido a ello, ha decidido emprender movilizaciones para a denunciar esta situación irregular y discriminatoria, y exigir a ambas Administraciones que, con la mayor urgencia, se sienten con seriedad y altura de miras a negociar de una vez por todas las transferencias de los maestros de Religión, para que no continúen aumentando las injusticias hacia estos trabajadores y trabajadoras.
CSIF advierte también de que, caso de no observar ningún avance, intensificará sus movilizaciones en la calle y no descarta otro tipo de actuaciones.