La Historia y el patrimonio arqueológico y cultural legado por distintas civilizaciones que han pasado por los municipios que forman parte del Grupo de Acción y Desarrollo Local Comarca de Antequera es el reclamo con el que este territorio llega a la nueva Feria Internacional de Turismo, que se ha puesto en marcha este martes en las instalaciones de IFEMA en Madrid y que se prolongará hasta el 26 de enero.
Bajo el lema ‘Comarca de Antequera. Tierra de culturas’, este grupo de desarrollo del norte de la provincia de Málaga quiere poner en valor en FITUR 2025 yacimientos, enclaves monumentos, pasajes históricos y leyendas de los municipios Alameda, Antequera, Casabermeja, Humilladero, Fuente de Piedra, Mollina y Villanueva de la Concepción.
“La comarca de Antequera ha sido encrucijada de caminos, desde la Prehistoria hasta nuestros días. El turismo y trasiego de viajeros, viene de tiempos inmemoriales. Nudo de comunicaciones y paso de grandes civilizaciones, que han dejado honda huella en nuestros municipios y sus gentes, y que hoy son visibles en nuestras ferias, fiestas, gastronomía, costumbres y tradiciones”, ha recordado hoy el presidente de este grupo de desarrollo, Miguel Asencio, durante la presentación llevada a cabo en el estand de Turismo Costa del Sol, en la que ha estado acompañado por el diputado provincial y primer teniente de alcalde de Antequera, Juan Rosas; la alcaldesa de Humilladero, Auxi Gámez; la gerente de la entidad, María Luisa Olmedo, y el tesorero, Bernardo Porras; así como con el gerente de la Posada José María ‘El Tempranillo’, Francisco Padilla.
Desde el Neolítico hasta la Edad Contemporánea
El Conjunto Arqueológico de los Dólmenes de Antequera, Patrimonio Mundial de la Unesco, con monumentos megalíticos como el dolmen de Menga, construido en el Neolítico dan buena cuenta del paso de las sociedades prehistóricas por este territorio del corazón de Andalucía, cuyos ritos funerarios se ven plasmados igualmente en los enterramientos de Piedras de Mitra de Casabermeja.
Este municipio recoge también la visión de aquellos pobladores a través del arte rupestre en Las Peñas de Cabrera, abrigos donde se refugiaban estos primeros moradores, como el del Zapato en Humilladero o la Cueva de Los Órganos en Mollina, donde se han encontrado restos de cerámicas de época Neolítica.
El viaje en el tiempo por la comarca, a través de sus yacimientos y enclaves arqueológicos continúa en la Necrópolis protohistórica de La Noria, en Fuente de Piedra, cuya primer momento data del siglo VI antes de nuestra era, en las fases iniciales de la Edad del Hierro. Y también en la búsqueda de la ciudad iberromana de Oscua, en el entorno de la hoy Villanueva de la Concepción, cuyo Ayuntamiento ya ha promovido la primera investigación formal para avanzar en los descubrimientos realizados en Cerro León.
Además, en la cabecera, en pleno casco histórico, también podemos ver sus Termas Romanas, como las que se conservan en un buen estado en el municipio de Alameda, cuya visita al Centro Temático trasladan al visitante al máximo esplendor de esta cultura. La Fonts Divinus Hispania, en Fuente de Piedra, que de ellas manaban aguas medicinales; los restos del castillo romano de Santillán, en Mollina; o el denominado Mausoleo de la Capuchina, ubicado entre olivares centenarios de la bodega que da su nombre, en este último municipio igualmente, son otras pruebas del legado de un Imperio Romano con enclaves aún por sacar a la luz como el foro de ‘municipium’ de Singilia Barba, en el término municipal de Antequera.
La huella de Al-Ándalus, tan patente en el lenguaje y en la gastronomía de esta tierra, también es visible en el Cortijo de la Mezquitillas, ubicado en el cruce de caminos de tres municipios, entre ellos Antequera, con restos de la considerada mezquita rural más grande y mejor conservada de Europa. Y en fortificaciones como la Torre Zambra de Casabermeja o la Torre Vigía de Bobadilla; así como la Alcazaba de Antequera conquistada por los reinos cristianos a comienzos del siglo XV.
Y es que, el patrimonio de la comarca también se engrandece con las historias de quienes vivieron épocas pasadas, como el asentamiento del campamento de Infante don Fernando en Humilladero en su camino a la Conquista de Antequera o el paso bandoleros como José María el Tempranillo, que vivió a comienzos del siglo XIX y cuya tumba mausoleo se encuentra en el patio de la Iglesia de la Inmaculada.