La Policía Nacional, la Guardia Civil y el CNI, de forma conjunta, han detenido en Calpe, una localidad de Alicante, a un hacker español de 18 años. Según las pesquisas policiales, el joven llegó a acceder a servicios informáticos de unas 40 entidades públicas y privadas, entre las que se encuentra la Guardia Civil, el Servicio Público de Empleo Estatal, el Ministerio de Defensa, la OTAN o el Ejército de Estados Unidos, entre muchos otros entes.
Tal y como ha informado el Ministerio del Interior, al detenido se le acusa por su presunta participación en los delitos de descubrimiento y revelación de secretos, acceso ilícito a sistemas informáticos, daños informáticos y blanqueo de capitales. A todos estas acusaciones se enfrentará el detenido, que se encuentra ya a disposición judicial.
Según indican diversas fuentes oficiales, se han detallado que el detenido es un joven español de 18 años que accedió a las bases de datos de los organismos públicos y privados para, posteriormente, tratar de vender la información a través de la ‘darkweb’ en algunas operaciones, aunque su motivación principal era lanzar los ciberataques como un «desafío personal».
Durante el registro, los agentes han intervenido 50 cuentas de criptomonedas con un valor de 2.000 euros y diverso material informático, el cual está siendo analizado por los especialistas, que no descartan el esclarecimiento de otros hechos delictivos.
En la investigación se ha constatado que el detenido accedía a un bot de la red social Telegram para, previo pago de 500 dólares, acceder a credenciales de organismos previamente comprometidas. «Una vez dentro, tenía una gran capacidad para moverse por el sistema», apuntan las fuentes de la investigación, que también señalan que su inexperiencia le llevó a «malvender» los datos que obtenía, lo que también generó sospechas desde el lado de los potenciales compradores.
La investigación se inicia en 2024 a raíz de una primera denuncia recibida por la Policía Nacional de una asociación empresarial madrileña relacionada con el sector del turismo que fue víctima de uno de estos hackeos que, aunque desde el anonimato, se caracterizó no sólo por extraer los datos sino también porque el autor dejó el portal desfigurado, mostrando un mensaje en el que se podía leer que habían hackeado el sistema.
Tras estos hechos y a lo largo del año 2024, esta persona fue realizando numerosos ciberataques, entre los que destaca el ataque a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre que motivó que se sumara el Servicio de Información de la Policía a la investigación, así como otros al Servicio Público de Empleo Estatal, el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes.