Hablamos con este artesano en su taller ubicado en la calle Goles y conocemos su visión sobre este viejo oficio.
La conocida expresión ‘hacer encaje de bolillos’ cobra un nuevo significado cuando entras en el taller de Alfonso Aguilar. Por sus manos han pasado, entre otras obras, una toca para la Esperanza de Triana, un sombrero para la Pastora de Cantillana o encajes para el manto de la Macarena.
Alfonso Aguilar, una referencia en el encaje de bolillos
Durante casi dos décadas, Alfonso Aguilar ha creado un sello de identidad propio en todas y cada una de las obras que salen de su taller. «Quiero transmitir exclusividad, quiero que cada encaje sea diferente al otro, eso para mí es un reto. Cuando alguna hermandad me solicita un presupuesto, les pido que me manden una foto del manto, me manden una foto del palio, incluso si es una hermandad de de fuera que yo no conozca ni la imagen, una foto de la Virgen», asegura este artesano.
Este artesano también tiene clara su opinión sobre las obras confeccionadas con bordados asiáticos, algo que ha generado cierta polémica en el sector del arte sacro. «Es algo general, incluso en la ropa, tú te puedes ir a comprar lo que sea a cualquier tienda y aunque sea una gran boutique, incluso de los grandes diseñadores, mucho está hecho en esos países. Tenemos que convivir con eso, pero no quita que nosotros tenemos que defender lo nuestro«, asegura Alfonso Aguilar.
Asimismo, este bolillero tiene claro que los tiempos han cambiado en lo que respecta al patrimonio de las cofradías. «Antiguamente las hermandades pues se podían llevar años con un manto liso y no pasaba nada y el día que podían pues entonces se bordaba, ahora deciden pues comprar a lo mejor algo que dé el pego, pero ellos mismos ya me imagino, que sabrán que no tienen la excelencia de poder tener un trabajo hecho por los artistas de aquí de la tierra», afirma este artesano.
Esta artesanía con siglos de historia sobrevive en este taller sevillano gracias a la labor de Alfonso Aguilar, un trabajador incansable que busca siempre la excelencia en todas sus obras.