El sorteo de las rondas finales de la Conference League, con el Vitoria de Guimaraes como primer escollo, ha despejado el camino del Real Betis Balompié en una competición en la que tiene una gran oportunidad de firmar una gran actuación en Europa por primera vez en su historia.
Es una oportunidad, y también una obligación. Así podría definirse el camino que se le ha presentado a los de Manuel Pellegrini en una competición en la que no han desarrollado, ni mucho menos, su mejor fútbol, pero en la que ha llegado el momento de la verdad. Las rondas finales están ya escritas tras el sorteo de este viernes 21 de febrero, y los de Heliópolis han salido bien parados.
A pesar de que algunos jugadores, y aficionados, habían expresado su deseo de tener el Chelsea como rival en octavos por aquello de que los béticos se crecen en los grandes escenarios y ante grandes rivales, lo cierto es que tener al Vitoria de Guimaraes sube exponencialmente las opciones de los sevillanos. Sí, es cierto que el Betis no tiene mucho pedigrí europeo ni un excesivo nombre por el viejo continente, pero tiene jugadores de alto nivel que conforman una plantilla que debe ser superior a la inmensa mayoría de equipos que siguen en la competición. Y, por encima de todo, tiene una de las mejores aficiones del mundo que no abandona a los suyos ni un jueves laborable a las 18:45, con una eliminatoria ya decidida.
Por ellos es la obligación de competir con todo este torneo y de alcanzar las eliminatorias finales. Sí, el Betis debe estar, como mínimo, en unas presumibles semifinales ante la Fiorentina. Tiene equipo para ello, y la necesidad moral y como club de demostrarse que puede hacer algo grande en competición europea. Ningún rival será fácil. Pero ninguno es superior futbolísticamente a los béticos, ni mucho menos inabordable.
Ha llegado el momento de dar un golpe encima de la mesa en Europa. El momento de no hablar, sino de demostrar. El vestuario que dirige Pellegrini se propuso como objetivo prioritario a comienzo de temporada la Conference, y hasta ahora no lo ha demostrado. Ni en fútbol ni en actitud, pero es el momento de cambiar eso. La oportunidad está ahí y no hay excusas. La afición merece que el equipo se vuelque, que dé la vida por esta competición y que, mínimo, alcance las ‘presupuestadas’ semifinales de la tercera competición europea.
El ‘EuroBetis’ ya conoce su camino, ahora solo falta recorrerlo como merece el beticismo.
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