Málaga vivió el domingo 6 de abril una intensa jornada de traslados procesionales que marcó uno de los días grandes de la Cuaresma. La ciudad vibró desde la mañana con las primeras salidas y mantuvo el pulso cofrade hasta la noche, con calles repletas de fieles y momentos de gran emotividad que anticiparon la llegada de la Semana Santa.
La mañana arrancó con los traslados de la Hermandad de la Sangre y la Virgen de la Piedad. El Cristo de la Sangre fue portado en su primer turno por el pregonero de la Semana Santa 2025, José Manuel Ferrary, acompañado por el presidente de la Agrupación de Cofradías, José Carlos Garín. La Virgen de Consolación y Lágrimas fue recibida con una emotiva petalada a su llegada a la casa hermandad, al son de “Consuelo Eterno”. Durante el recorrido, ambas cofradías vivieron el tradicional encuentro a las puertas de la capilla del Molinillo. Un incidente con un vehículo de bomberos que necesitaba acceder a la calle Duque de Rivas obligó a acelerar el paso de las imágenes, sin mayores consecuencias.
Galería de fotos de los excelsos traslados de la Sangre y la Piedad en Málaga
Por la tarde, las calles del Centro se llenaron de público desde temprano, especialmente en los alrededores de la parroquia de los Santos Mártires, donde la Hermandad de los Gitanos abrió el turno vespertino. Le siguieron los traslados de la Pollinica, desde San Agustín, con las imágenes acompañadas por agrupación musical y niños vestidos de hebreos, y el del Huerto, que se dirigió en silencio y con música de capilla hacia su sede en El Perchel.
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En Capuchinos, la Hermandad del Prendimiento protagonizó otro de los momentos destacados del día, con el trono llevado por mujeres y una parada emotiva junto al Hospital Hermanas Hospitalarias. Mientras tanto, en el barrio de Huelin, los vecinos acompañaron con fervor a los titulares de la Hermandad de Mediadora, en su camino desde San Patricio.
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También se vivieron momentos de recogimiento en Santo Domingo, donde el Cristo de la Humillación presidió un vía crucis claustral, y en el oratorio de Santa María de las Penas, con la entronización del Cristo de la Agonía. Las Reales Cofradías Fusionadas completaron la jornada con el traslado de sus titulares desde San Juan hasta el pasillo de Santa Isabel.
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Málaga cerró un domingo inolvidable, en el que la ciudad respiró fe, tradición y belleza en cada rincón del centro histórico. Fue un día que devolvió la ilusión a los cofrades tras la Semana Santa incompleta de 2024 por las lluvias y que dejó claro que este 2025 viene cargado de esperanza.