La luz de la mañana da paso a la jornada del Viernes Santo. Es una de las conmemoraciones más representativas del cristianismo, en la que se recuerda la crucifixión y muerte de Jesús en el Calvario. Jornada de luto y de tradición, con hermandades históricas y centenarias.
Estrenos
La hermandad de la Soledad de San Buenaventura estrena varas de presidencia por el taller de Emilio Méndez y continúa la reforma de su paso por J.L. Elena. Por otro lado, el Cachorro estrena la restauración de la Virgen del Patrocinio realizada por Laura Pérez Meléndez. También desde Triana, La O lucirá la restauración de dos tandas de la candelería del palio por el Taller Emilio Méndez.
La corporación de San Isidoro también ha tenido varios estrenos que lucirá durante el Viernes Santo, como la restauración de la corona por Orfebrería Villarreal y de la túnica del Señor por CYRTA. Le sigue Montserrat que estrena un espectacular paño de la Verónica pintado por Ignacio Ragel Aria Bandera Pontificia por el taller de la hermandad. Por último, la hermandad de La Sagrada Mortaja estrena la restauración del mantolín de Santa María Magdalena por el taller de Manuel Solano.
Recomendaciones
Una jornada solemne que recoge verdaderas joyas de la Semana Santa sevillana. Les recomendamos, por ejemplo, si quieren disfrutar del paso de tres corporaciones seguidas, acudir a la Plaza de la Magdalena, donde, sobre las 18.30 h comienza el transitar de la hermandad de El Cachorro, tras él, La O y acto seguido comenzará la salida de la hermandad de Montserrat en ese mismo punto.
Recomendamos, también, que no se pierdan la vuelta de la Sagrada Mortaja por Doña María Coronel, donde el azahar, la oscuridad, el silencio y la solemnidad más absoluta se apodera de la escena. Durante la tarde El Arnal se tiñe de Carretería, una cofradía que es preciosa por los callejones de su barrio. La salida de la Soledad de San Buenaventura, o su paso por la calle Arfe son otra de las joyas del Viernes Santo.
Por último, San Isidoro por la Plaza del Salvador siempre deja estampas para el recuerdo, al igual que su camino de regreso a su sede canónica en La Alfalfa.