No es común que un malagueño sea pelirrojo, aunque, desde que Alberto Díaz comenzó a vestir la camiseta del Unicaja, se ha convertido en algo realmente habitual. Desde hace tiempo, es inevitable que al hablar del Unicaja se hable de Díaz y viceversa, pues es capitán, símbolo y emblema del club malagueño. Tanto es así que, en la tarde del sábado, alcanzó los 500 partidos frente a Bilbao Basket, club en el que estuvo cedido en sus comienzos.
El base alternó el Unicaja y el Clínicas Rincón hasta la temporada 2013/14, en la que recaló en el equipo vasco. En la siguiente temporada fue cedido nuevamente, en este caso a Fuenlabrada, siendo la última temporada hasta el momento que ha disputado lejos de su hogar.
Díaz se asentó y fue fundamental en el equipo de Joan Plaza, tanto hasta el punto de ser el MVP de las finales de la heroica Eurocup ante el Valencia, el único título entre el 2006 y el 2023 de los malagueños. En ese mismo 2023, fue el encargado de levantar la histórica Copa del Rey de Badalona, en la que los cajistas se convirtieron en el primer club de la historia en eliminar a Real Madrid y Barcelona y conquistar el título copero.
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Lejos de volver a ser otra raya en el agua, se convirtió en el primero de los múltiples trofeos que Alberto Díaz ha podido levantar. La Basketball Champions League, la Intercontinental y la Supercopa de España, todos ellos en 2024, así lo demuestran. Es por ello que el malagueño ya figura en muchas de las fotos más importantes de la historia del club a pocos días (miércoles 23 de abril) de cumplir 31 años.
A pesar de que en el deporte no se deben anticipar conversaciones, la retirada de su ‘9’, el dorsal que lo acompaña y que ya es referencia, es un más que probable acontecimiento, como ya ocurriera con otros dos malagueños ilustres como lo son Berni Rodríguez y Carlos Cabezas. A ellos también los supera Díaz en estadísticas, pues recientemente está pulverizando récords como el de ser máximo asistente (1422) de la historia del club, adelantando al mencionado Berni o alcanzar las 1000 en Liga Endesa. Además, lo logró a lo grande, mediante su récord personal en un partido (13).
Son 500 partidos con el Unicaja los que Díaz cuenta después del partido ante Bilbao Basket y aún seguirá sumándolos, pues tiene carrera por delante y apunta a dejar la marca en niveles difícilmente alcanzables. Por el momento, sigue en la disputa para volver a aparecer en fotografías históricas en la presente temporada y agrandar -aún más- su leyenda en el club de Los Guindos.