Fran Escribá sale de Cartagena contrariado. Su Granada ha ganado y regresa con ello a puestos de playoff, pero siembra más dudas que certezas. «Mucho sufrimiento, pero sacamos el partido. No nos quedamos contentos. Hay que darse cuenta de que nos estamos jugando mucho, de que empezamos mal», ha reconocido el entrenador rojiblanco nada más finalizar el encuentro en Cartagonova, donde una figura resaltó heroica para los nazaríes. «Mariño nos metió de nuevo en el partido. Con la parada del penalti, fue fundamental. Luego nunca sabes lo que hubiera podido ocurrir, pero un 2-0 hubiera sido mucho más complicado», ha resaltado. «Nos fuimos por delante al descanso sin merecerlo. Esa es la verdad, no hicimos una buena primera parte. Luego, en la segunda, que tuvimos el balón y ocasiones muy claras, nos faltó un poquito más de acierto en esas situaciones», ha sentenciado.
«Con el 1-3, parecía el partido controlado, pero en banda nos generaron muchos problemas. Por eso las cambiamos con Ricard y Rodelas, porque veíamos que nos estaban alcanzando mucho. Ahí llegó el 2-3. Luego, aunque no pasó casi nada, y hubo más ocasiones nuestras, cuando estás solo con un gol, en cualquier situación puedes perder», ha diseccionado el encuentro de su equipo, con el que finalmente se marcha » satisfecho porque la gente se vuelve contenta». Espera, pese a ello, mucho más de sus pupilos. «En los seis partidos que nos quedan, debemos dar un paso más porque encuentros como este se te escapan» ha pedido a sus jugadores.
El técnico ha puntualizado que el Granada está «mejorando algunas cosas». «El equipo está acabando con buenas sensaciones. Hay cosas del partido que no me han gustado nada, pero la sensación que transmite el equipo en el día a día es el convencimiento de que puede ganar a cualquiera. Hemos dado un primer paso, que es meternos donde queríamos estar, pero faltan muchos», ha apuntado. El objetivo, según ha incidido, es no fallar: «Vamos a intentar ganar todo lo que nos queda», ha planteado, antes de medirse en Los Cármenes a uno de los aspirantes al ascenso por la vía rápida. «Vamos a generar un ambiente muy bonito la semana que viene contra el Elche. Tenemos un partido muy bonito para asentarnos en las posiciones en las que estamos», ha concluido a este respecto.
Cuestionado sobre la presencia de Trigueros en el once, Escribá ha precisado que pretendía «tener más presencia en área». «Si algo nos garantiza Manu es eso. Teníamos la duda de si iban a jugar con tres centrales o con tres dentro. Queríamos tener a un segundo llegador y él es el que mejor llega. Nos ha faltado un poquito más de control de juego, pero eso no es cosa suya, sino en general», ha abundado, antes de aclarar el estado de Lucas Boyé y Miguel Rubio, retirados por sendas lesiones. Al ariete «tienen que hacerle pruebas en la clavícula», ha indicado, mientras que el zaguero «está muy mareado ahora». «Dice el doctor que es una pequeña conmoción, pero que no tiene que ser nada más», ha finalizado.
Guillermo Fernández
Guillermo Fernández, entrenador del Cartagena, ha comparecido por su parte a medio camino entre la frustración y la resignación. «Cuando lo hemos hecho mal, hemos perdido. Cuando lo hemos hecho regular, hemos perdido. Cuando lo hemos hecho bien, hemos perdido. Hasta cuando lo hemos hecho muy bien en fases y te puedes poner en una situación ventajosa, con 2-0, tampoco nos sale», se ha encogido. «Hay cosas que tienen explicación, que tienen que ver con detalles que seguimos sin hacer bien, sobre todo en área y en la propia. Pero en este caso me pesa más la cabeza, la situación tan difícil, que nos hace estar durante los partidos en momentos de mucho bajón. Que haya un bajón individual de situaciones técnicas, de juego, de gente que juega con unos niveles malos, provocados porque no nos salen las cosas», ha valorado. «No solo es un tema de nivel ni creo que sea de preparación de partidos. Todo se vuelve del revés y acaba del revés. Te queda la sensación de que estás remando, pero no acabas de ir donde debes hacerlo», ha zanjado.