La rápida evolución de la tecnología, la transición verde, la desigualdad social y la proliferación de la desinformación son algunos de los desafíos a los que se enfrenta la sociedad actual y que exigen el diseño de estrategias y políticas públicas que garanticen la promoción de la cultura científica desde edades tempranas. Y eso es precisamente lo que pretende la I Estrategia Andaluza de Divulgación Educativa de la Ciencia (EANDEC) que estará coordinada, elaborada y gestionada por la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional y el Parque de las Ciencias y que se implementará entre los años 2026 y 2030.
El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía aprobó el pasado 2 de abril la formulación de la EANDEC, cuyo desarrollo se inicia mañana viernes 25 de abril con la celebración de las primeras reuniones de los Comités Directivo y Técnico de la misma y que estarán representados por representantes de las Consejerías de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, Cultura y Deporte, Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Universidad, Investigación e Innovación, Salud y Consumo, Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa y el Parque de las Ciencias.
La elaboración de este plan estratégico será participativo y atenderá a las necesidades, ideas y valores de todos los agentes implicados en la divulgación educativa de la ciencia: profesorado, alumnado, familias, personal investigador y actores de la comunicación social de la ciencia, entre otros. La finalidad es impulsar un proceso democrático que responda a los intereses de la ciudadanía y que tenga como resultado el diseño de programas y actuaciones que contribuyan al fomento de la cultura científica y a la mejora del rendimiento académico de disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) de los más de 1 600 000 estudiantes andaluces de niveles no universitarios.
Fomento de una educación científica inclusiva, equitativa y justa socialmente
Y es que a pesar de los esfuerzos educativos impulsados en contextos formales y no formales, el último informe del Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes de 2022 refleja un retroceso en el rendimiento académico de los estudiantes en ciencias y matemáticas durante la última década. Andalucía es una de las comunidades autónomas en las que esta tendencia se hace más patente. Asimismo, las cifras de rendimiento alcanzadas en la última evaluación de PISA apuntan a la falta de equidad en el aprendizaje de las disciplinas científicas desde edades tempranas. Aunque las chicas tienen menos probabilidades de repetir curso, son más propensas a desarrollar ansiedad por las matemáticas y a valorarse como menos capaces que los chicos para acometer con éxito actividades científico-tecnológicas (OCDE, 2015).
Un bajo autoconcepto que en Andalucía se refleja en los resultados femeninos para la competencia matemática con 11 puntos menos que el masculino. Esta brecha repite el mismo patrón en el caso de la procedencia. El alumnado nativo tiene mejor rendimiento que el inmigrante y se pone de manifiesto el efecto del estatus socioeconómico sobre los resultados académicos. Aquellos cuyos padres tienen niveles más altos de educación se benefician de privilegios económicos, culturales y sociales. Este contexto sociocultural favorece un mayor éxito en todas las áreas de conocimiento y especialmente en aquellas vinculadas a las ciencias y las matemáticas.
El aprendizaje de estas competencias desde los primeros niveles es fundamental con una doble finalidad: por un lado, que el alumnado adquiera las aptitudes necesarias para beneficiarse y participar de forma activa y responsable en el entorno científico-tecnológico y, por el otro, para fomentar vocaciones científicas que den respuesta a la demanda de profesionales. En este sentido, un informe publicado por el Observatorio de Ingeniería en España ha avanzado que en los próximos diez años se necesitarán más de 200 000 profesionales de la ingeniería para cubrir las exigencias del sector. Por ello, la I Estrategia Andaluza de Divulgación Educativa de la Ciencia estará dirigida a todos los niveles educativos no universitarios: Educación Infantil, Primaria, Bachillerato y Formación Profesional.
Desde el diagnóstico al codiseño de los programas y actuaciones
El desarrollo de la EANDEC ya está en marcha con el comienzo de un trabajo diagnóstico inicial que analizará las fortalezas, retos y barreras de la educación científica en Andalucía. Este estudio estará basado en fuentes secundarias —datos estadísticos ya publicados— y primarias a través de diseño de cuestionarios y la organización de una jornada participativa en la que estarán presentes todos los agentes implicados. Los resultados obtenidos permitirán alinear las actuaciones y programas con las necesidades que actualmente tiene el sistema de educación científica en Andalucía. Un proceso del que también serán partícipes los diferentes agentes sociales. Asimismo, el Instituto Andaluz de Políticas Públicas colaborará y asesorará en el desarrollo de las diferentes fases del plan.
La participación del Parque de las Ciencias en la elaboración, gestión y desarrollo de la Estrategia Andaluza de Divulgación Educativa de la Ciencia supone un respaldo al prestigio y a la labor educativa que desarrolla el complejo museístico el año que celebra su treinta aniversario y materializa la planificación liderada por su director, Luis Alcalá, para proyectar al Parque como un centro de referencia no solo de la divulgación, sino también de la generación de
conocimiento e innovación en comunicación social de la ciencia.