El cardenal Carlos Amigo Vallejo (Medina de Rioseco, 1934) ha fallecido a la edad de 87 años debido a las complicaciones derivadas de una rotura de cadera y un posterior encharcamiento de pulmones del que tuvo que ser operado hace unos días. El que fuera arzobispo de Sevilla entre 1982 y 2009 sufrió una caída mientras asistía el pasado 22 de febrero al 25 aniversario de la ordenación episcopal del cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, en la Catedral de la Almudena. El purpurado fue sometido a una cirugía para colocarle una prótesis, de la que salió de forma satisfactoria, pero tuvo que volver a pasar por quirófano el pasado lunes en el hospital San Francisco de Asís de Madrid, donde residía, para extraerle líquido del pulmón izquierdo.
Su estado de salud fue empeorando hasta provocar su fallecimiento a la edad de 87 años.
Su muerte provoca un gran impacto y un hondo pesar en Sevilla, donde su recuerdo trece años después de su marcha estaba más que vivo. Desde que se vio obligado a presentar su renuncia como arzobispo hispalense en 2009 al cumplir los 75 años marcados por el Derecho Canónico, sus visitas a la provincia fueron múltiples. Los lazos que le unían a la diócesis que comandó durante 27 años eran inquebrantables hasta el punto de que, en 2013, el Ayuntamiento de Sevilla rotuló un tramo simbólico de la calle Placentines a su nombre, el que va desde la Giralda a Alemanes, junto al Palacio Arzobispal. Hasta el último día, se mostró abierto a participar en todo cuanto se le demandaba desde Sevilla y presidía numerosas funciones principales de las hermandades, a las que quiso y en las que fue el principal precursor de su modernización y la integración plena de las mujeres.
El cardenal Carlos Amigo Vallejo fue elector en los dos últimos cónclaves celebrados en Roma para elegir un nuevo Papa, gracias a su nombramiento cardenalicio el 21 de octubre de 2003, cuando era Arzobispo de Sevilla.
Pastor franciscano, tiene fama de ser prudente y reflexivo. Vicente Enrique y Tarancón le conocía como ‘Amigo Amigo’. Nació el 23 de agosto de 1934 en Valladolid, para ser más exactos en Medina de Rioseco. Por lo infrecuente en aquella España, a muchos les ha llamado la atención su altura de 1,93 metros, tal y como él mismo ha confesado en ocasiones entre risas, ya que es una figura con gesto amable.
En dos ocasiones recibió a Juan Pablo II como huésped del Palacio Episcopal de Sevilla, ofició la boda de la infanta Elena o impulsó los derechos de la mujer en las cofradías de Semana Santa, entre otras muchas tareas. Tal ha sido la impronta que ha dejado en la diócesis hispalense que en 2015 se organizó una exposición titulada ‘El menor hijo de San Francisco. Fray Carlos Amigo’ en la que se abordaban aspectos relacionados con la vida del cardenal emérito.