El Real Madrid se ha clasificado este miércoles para la decimoséptima final de la Copa de Europa/Champions League de su historia, la quinta en la última década, gracias al triunfo protagonizado frente al Manchester City (3-1) en el estadio Santiago Bernabéu.
El conjunto dirigido por Carlo Ancelotti vuelve a la final de su competición fetiche tan solo cuatro años después de su absoluto dominio a partir de la temporada 2013/14, donde precisamente se proclamó campeón continental con el técnico italiano en el banquillo.
La de París, el 28 de mayo en el estadio Saint-Dennis, será la número 17 para el club madrileño, que no ha perdido ninguna de las últimas siete finales, todas las que ha jugado desde que alzase la Séptima en Ámsterdam y pusiese fin a una sequía de 32 años en el ‘Viejo Continente’.
Su primera final fue su primer título, el primero también de la vieja denominación ‘Copa de Europa’, que nació en la temporada 1955/56. Los merengues vencieron al Stade de Reims 4-3. El ‘Rey de Europa’ ganó mostrando ese gen de supervivencia en el ‘Parc des Princes’. Después de ir perdiendo por 0-2 en 10 minutos, primero empató y después remontó el 2-3 con goles de Marquitos y Héctor Rial, este a falta de diez minutos.
Las cuatro siguientes fueron consecutivas demostrando el dominio blanco en el nacimiento de esta nueva competición de clubes, la más deseada del mundo. En la campaña 1956/57, el Real Madrid venció a la Fiorentina 2-0 con goles de Di Stéfano y Gento, que fueron decisivos. Un curso más tarde fue el AC Milan la víctima en un triunfo por 3-2.
De nuevo Gento, fallecido el pasado mes de enero, se erigió como el héroe con un tanto en la prórroga que le daba a los suyos el tercer título en el estadio de Heysel. Y en la campaña 1958/59, la victoria llegó de nuevo ante el Stade de Reims (2-0). Sin Ferenc Puskas, lesionado, ni Raymond Kopa, que se tuvo que retirar al comienzo del partido, el Madrid venció con goles de Enrique Mateos y Di Stéfano.
La quinta final fue en la temporada 1959/60, con la mayor goleada blanca en las finales continentales ante el Eintracht Frankfurt (7-3). La final de las finales. El estadio Hampden Park de Glasgow, abarrotado con 127.000 espectadores, cerró el lustro mágico del Real Madrid. Puskas se ‘vengó’ y lo hizo con un ‘póker’ de goles que pasará a la historia. Di Stéfano también firmó una actuación excelsa con un ‘hat-trick’.
En la campaña 1961-1962, pese a que el Barcelona acabó con la hegemonía blanca en la temporada 1959-1960, el equipo madrileño volvió a una final un año después con un estelar Puskas, autor de tres goles. Pero el Benfica y Eusebio con un doblete hicieron claudicar a los madridistas por primera vez en una final (5-3), y en la 1963-1964 el Inter de Milán de Sandro Mazzola, autor de un doblete, eclipsó a Di Stéfano y Puskas sobre el césped del Praterstadio (Viena) y los ‘nerazzurri’ se llevaron el triunfo por 3-1.
El Real Madrid no volvió a una final de la Copa de Europa hasta la campaña 1965-1966, año que en el que se volvió a coronar con el equipo conocido como los ‘Ye-ye’, que batió por 2-1 al Partizán, con tantos de Amancio Amaro y Fernando. Luego, otra época de sequía hasta entrados los 80 cuando el equipo merengue retornó a una final, en París y ante el Liverpool, verdugo con un gol de Alan Kennedy en el tramo final.
Y desde entonces, el Real Madrid no ha vuelto a perder una final de Copa de Europa desde que volviese a levantar el título en 1998 gracias al gol de Pedja Mijatovic ante la Juventus. Dos años después, en la primera final entre dos equipos de un mismo país, tampoco falló y arrolló en París al Valencia por 3-0 con tantos de Morientes, McManaman y Raúl.
Fiel a su tradición con los años pares, en el 2002 llegó la ‘Novena’ ante el Bayer Leverkusen alemán, batido por 2-1 en Hampden Park, con el recordado gol de volea de Zinédine Zidane para hacer el tanto de la victoria, aunque ese éxito abriría otra sequía larga donde los octavos llegaron a ser un ‘muro’.
Pero ya con Carlo Ancelotti en el banquillo, en la temporada 2013-2014, el Real Madrid alcanzó de nuevo la final de Lisboa que abriría su era dominadora. Un cabezazo en el minuto 93 de Sergio Ramos en la final madrileña ante el Atlético le llevó a una prórroga donde se impuso 4-1. Al conjunto rojiblanco le volvió a negar la gloria dos años después en San Siro, esta vez en la tanda de penaltis tras el empate a un gol.
Ese triunfo supuso el primero de los tres consecutivos, algo inédito en la historia de la Champions. En 2017, exhibición en la segunda parte en Cardiff ante la Juventus, derrotada por 4-1, y un año después, en Kiev, el Liverpool tampoco podría acabar con la hegemonía madridista al perder 3-1.