Los de Guede dan un golpe sobre de la mesa en el Heliodoro Rodríguez López ante uno de los gallitos de la temporada. Los fichajes de invierno, Vadillo y Febas, anotaron los tantos de la victoria. La derrota del Sanse ante el Almería deja al conjunto blanquiazul con cinco puntos de ventaja con el descenso con seis por disputar. Desde ya comienza el proyecto de la próxima temporada en Segunda División
El partido empezó a pedir de boca. Los malaguistas asestaron el primero de sus golpes en el inicio. Tras una buena transición, Ismael la puso con música para que Vadillo, con un sensacional testarazo, pusiera en ventaja a los de Guede. Esta vez no habían sido los blanquiazules los primeros en encajar, dando muestra de que el nivel de concentración era otro muy distinto al que está acostumbrado el aficionado durante esta campaña. La diferencia, el regreso de Luis Muñoz. El capitán ejerció como tal, contagiando a los compañeros. Tanto que fruto de una acción suya llegaría el segundo grito.
Sin embargo antes del descanso, Dani Martín sacó a bocajarro un disparo de Enric Gallego cuando todo el estadio insular ya cantaba el empate. Pero lo dicho, ya en el segundo tiempo, un remate de Luis Muñoz tapado por Dani Hernández terminó en los pies de Febas que aumentó la brecha en el marcador. Un tanto que significaba la salvación virtual con cinco puntos de ventaja con el descenso a falta de seis por disputarse.
Quedaba partido, y el Málaga supo jugarlo. Los de Guede mantuvieron la sangre fría ante el acoso local. Los centros laterales invadieron el área de Dani Martín sin encontrar ningún premio. Aunque Mollejo pudo hacer pupa en un mano a mano que de nuevo solventó el guardameta blanquiazul con mucho carisma y coraje. Tras esta acción, el conjunto malagueño supo jugar con jerarquía e inteligencia los últimos minutos, sin dar atisbo de duda al Tenerife.
Este triunfo permite al Málaga alcanzar una salvación virtual que a la vez sirve como pistoletazo de salida para la próxima campaña. Es hora de buscar culpables de un proyecto que ha naufragado. Muchos jugadores no deberían volver a pisar la ciudad. La entidad de Martiricos necesita volver a ser la que fue.