El 79,8% de las mujeres jóvenes españolas –de entre 16 y 24 años– han asegurado haber recibido en algún momento de su vida mensajes insistentes, fotos y comentarios sexualmente explícitos, amenazas, insultos, burlas o la publicación de información personal sin consentimiento. Sin embargo, solo el 45% de ellas identifica estos comportamientos como acoso.
Así lo recoge un estudio encargado por el Instituto de las Mujeres sobre las chicas jóvenes y el acoso en redes sociales, realizado por 40dB, con el que se pretende realizar un «foto completa» de la situación que sufren las jóvenes en este sentido.
Tal y como ha explicado una de las autoras del trabajo, Belén Barreiro, una de las mayores sorpresas que se llevaron es el elevado número de mujeres que habían sufrido comportamientos de acoso a través del medio digital (casi el 80%), pero también que solo el 45,7% lo identificaran como tal.
Esto llevó a las autoras a realizar entrevistas personales con las encuestadas para determinar los diferentes comportamientos que estas hayan podido vivir a lo largo de los últimos años en redes sociales y preguntar por situaciones concretas.
Esto las ha llevado a trabajar en el estudio con dos tipos de acoso: el afectivo sexual que, según ha apuntado Barreiro, incluye siempre una situación en la que un hombre acosa de manera insistente y repetida a una mujer a través de redes; y el ciberbullying, que se produce mayoritariamente en el entorno educativo y en el que participa más de una persona llevando a cabo, principalmente, insultos y amenazas de difusión de contenidos falsos o personales de la acosada.
COMPORTAMIENTOS
En este sentido, ha explicado que el afectivo sexual es el más habitual, ya que lo ha vivido el 66% de las encuestadas, frente al 34% que dice haber vivido situaciones de ciberbullying. Sin embargo, Barreiro ha advertido que esta última práctica es la «produce mayores trastornos psicológicos» para quien la sufre, según las respuestas de las encuestadas.
Por comportamientos concretos, el estudio determina qu eun 32,3% de las jóvenes españolas asegura haber recibido comentarios y fotos sexualmente explícitas sin solicitarlas; mientras que un 25% ha recibido mensajes insistentes para quedar o intimar incluso después de no responder o rechazar la invitación.
Del mismo modo, un 20,5% de las encuestadas asegura haber sufrido amenazas, insultos, burlas o mensajes hirientes a través de sus redes sociales; un 13,2% dice que se han difundido o le han amenazado con difundir secretos, información personal o imágenes sin su conentimiento; y un 9% insultos y amenazas después de no contestar o rechazar a una persona.
Este escenario se produce, según el estudio, principalmente a través de Instagram (80%), seguido de Whatsapp (48%) y Facebook (17%).
CONSECUENCIAS
En cuanto a las consecuencias de esta situación, el informe recoge que la mayoría, aunque no reconoce en ocasiones estos comportamientos como acoso, «sí tienen claro que les produce sentimientos negativos». Así un 59,3% ha hablado de enfado, impotencia o asco; mientras que un 57,2% también ha mencionado la inseguridad o el temor. Barreiro ha destacado, además, que un 16,3% de las encuestadas han mencionado también la culpa.
La autora ha señalado, en este sentido, el «impacto en la salud mental» que sufren estas mujeres y ha explicado que «6 de cada 10 jóvenes» dice haber sufrido un impacto «de alguna manera». De ellas, «4 de cada 10» ha desarrollado cuadros clínico de depresión, paranoia, ansiedad o trastornos de la alimentación e, incluso, un 12% ha tenido pensamientos suicidas, según recoge el documento.
Este estudio también ha preguntado a las jóvenes por cómo se comportan tras esta situación y, al respecto, el trabajo destaca de 7 de cada 10 sí modifican su día a día, de las cuales la mayoría evita «volver a casa sola por la noche».
En este sentido, Barreiro advierte de que «el acoso en redes tiene consecuencias fuera» de ellas y que no se debe tratar este asunto como un tema únicamente online. «Ellas trasladan su problema a su vida fuera de las redes», ha advertido la autora, antes de llamar a las instituciones a tener muy presente esta situación de cara a poner en marcha atención, servicios y políticas públicas en esta materia.
Del mismo modo, Barreiro ha mostrado su preocupación en que la mayoría de las acosadas recurrieran ante esta situación a una amiga (57,9%), frente a su pareja (39,4%) o a sus madres (17,9%). Además, advierte de que 6 de cada 10 no denuncian este acoso e intenta «resolver esta situación sola».
RECOMENDACIONES
La directora del Instituto de las Mujeres, Toni Morillas, ha comentado que el estudio interpela a las instituciones a ofrecer «instrumentos de educación sexual, protocolos más ágiles para acercar las políticas públicas a las mujeres más jóvenes y para seguir avanzando para que dichas políticas sea percibidas por las mujeres como una ayuda».
También ha reconocido la necesidad de que las redes sociales establezcan protocolos de denuncia más accesibles de los que tienen en la actualidad.
Por su parte, la secretaria de Estado de Igualdad y Contra la Violencia de Género, Ángela Rodríguez, ha advertido de que la violencia online «no es nueva», sino que «traslada» los comportamientos de «dominación» que ya se conocen en otros ámbitos, al digital.
Del mismo modo, ha mostrado su preocupación por el dato que señala que «las mujeres que sufren violencia acuden muy poco a las instituciones» y, por tanto, considera que no se está haciendo bien. «Las mujeres no saben donde acudir y aquí estamos fallando estrepitosamente», ha declarado.