Pedro Sánchez ha llegado al primer debate del estado de la nación desde 2015 con medidas de fuerte impacto económico debajo del brazo.
En su larga intervención de una hora y veinte minutos el presidente del Gobierno, en un hemiciclo repleto, ha anunciado una batería de propuestas que han sido jaleadas con aplausos por la bancada socialista, especialmente los nuevos impuestos. «Este Gobierno no va a permitir que el sufrimiento de muchos sea el beneficio de unos pocos», ha proclamado Sánchez.
El Gobierno bonificará el 100% de los abonos de varios viajes de Cercanías, Rodalies y media distancia operados por Renfe desde el 1 de septiembre al 31 de diciembre, impondrá dos nuevos impuestos temporales a las entidades financieras y a las grandes compañías energéticas, concederá más becas complementarias de 100 euros al mes para los estudiantes de más de 16 años y desbloqueará «de manera inmediata» la ‘Operación Campamento’ en Madrid para construir 12.000 viviendas, el 60% públicas.
El Gobierno bonificará el 100% de los abonos de varios viajes para los trenes de servicio público de cercanías, rodalies y media distancia operados por Renfe.
Los abonos para varios viajes serán gratuitos durante 4 meses, del 1/09/2022 al 31/12/2022.
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— PSOE (@PSOE) July 12, 2022
Sánchez: «Vamos a ir a por todas»
«Vamos a ir a por todas», ha repetido el presidente como un mantra durante todo su discurso. «Me voy a dejar la piel para defender la clase media y trabajadora de nuestro país», ha enfatizado contrarrestando sus políticas en favor de la «mayoría social» con las que aplicó el PP en la anterior crisis económica. Esa será la ruta y las prioridades a partir de ahora.
«¿Qué hubiera sido de este país si lo hubieran gobernado otros?», se ha preguntado para recordar que en la crisis financiera los gobiernos del PP no apostaron por los ERTE sino por el despido libre, fomentaron la desigualdad, concentraron los sacrificios en los más débiles y permitieron la corrupción. Su Gobierno, ha subrayado, no será como los del PP: «fuerte con los débiles y débil con los fuertes».
El debate no era fácil para el presidente por la acumulación de problemas, pero con esas medidas que afectan directamente al bolsillo de los ciudadanos en un momento de tremenda incertidumbre económica y con los precios desbocados, Sánchez pretende recuperar el pulso político de cara a la recta final de la legislatura. El objetivo es reconectar con un electorado desmovilizado que ha empezado a dar la espalda al PSOE como muestran todas las encuestas y se demostró en Andalucía y rearmarse para el año y medio que queda por delante hasta diciembre de 2023, cuando están previstas las elecciones generales.