Antes de iniciar la pretemporada, faltaba ponerle el broche a un intenso trabajo de planificación de renovaciones, fichajes, entrenamientos y calendario de partidos de preparación. A José Antonio Borrego “Tete” le faltaba una última pieza para encajar por completo el puzle de la plantilla. El técnico cuenta con multitud de soluciones en cada posición, perfiles diferentes de jugadores y una mezcla de lo más interesante, de juventud y experiencia, para luchar por el objetivo de permanecer en la máxima categoría y dar continuidad a una pasada temporada, la 2021/2022, en la que se vivieron momentos inolvidables sobre la pista alzando la Copa del Rey y logrando el ascenso en un play-off en el que se decidieron las dos eliminatorias en el Pabellón Fernando Argüelles con el factor diferencial de la afición. Los seguidores, por tanto, tienen que apuntar el nombre de la última incorporación: Sergi Orgilles Saiz “Pope”.
Pope amplía una lista de refuerzos en la que ya se encontraban Pablo Ordóñez, Daniel Fernández, Chispi Guillamón y Sergio Barona. Estas cinco caras nuevas que se unen al resto de guerreros encabezados por los capitanes Miguel Conde, Óscar y Conejo; y respaldados por Dani Ramos, David Velasco, Alvarito, Burrito, Pablo Ramírez, Quique Hernando, Raúl Canto y Cobarro –este último ya pertenece al club después de dos campañas en calidad de cedido por Jimbee Cartagena–. Una escuadra, por tanto, de 16 miembros. El último en incorporarse, el cierre manacorí, se identifica a la perfección con la filosofía y los valores de la entidad de ofrecer la posibilidad de obtener una formación académica de cara al futuro y, al mismo tiempo, jugar en la élite del fútbol sala nacional. En sus últimas campañas en Palma Futsal se preparó su prueba de acceso a la Universidad y en el próximo curso iniciará el Grado de Medicina en la UMA.
Tete suma a un efectivo de calidad y experiencia que viene a dotar de mayor fortaleza al sistema defensivo al ocupar la posición de cierre, aunque también puede jugar de ala y ayudar en todas las facetas del juego. Es muy fuerte físicamente y viene de completar una temporada histórica en el club de su tierra, en Palma Futsal, con una clasificación a la Champions League y jugando la final del play-off por el título frente al Barça. Se formó como jugador en las categorías del Manacor hasta llegar al primer equipo en la campaña 2013/2014 siendo aún juvenil. Luego tuvo un paso por el Naturpellet Segovia, Puertollano, Burela –consiguió un ascenso a Primera y jugó con los gallegos en la élite- y Noia Portus Apostoli. Equipos en los que creció y acumuló minutos antes de regresar a Palma de Mallorca y ponerse a las órdenes de Antonio Vadillo durante los dos últimos campeonatos ligueros. En el más reciente participó en 16 encuentros y aportó dos goles.
Todo lo aprendido por Pope en su etapa de jugador lo puede poner ahora en práctica con la elástica verde. “Después de este año en el que he entrenado y jugado con gente tan buena, puedo aportar experiencia y saber estar en la pista. Me considero un jugador trabajador, constante en el día a día y puedo ser un guerrero más en este equipo”. Por otro lado, el mallorquín tenía claro que esta opción era la más adecuada para jugar e iniciar el Grado de Medicina para continuar una saga familiar de sanitarios. “Ya llevo estudiando cuatro años para sacar la nota y poder entrar en la carrera, pero va a ser muy exigente tanto lo que voy a estudiar como el fútbol sala de Primera División. Un reto ilusionante y una época muy bonita la que me espera”. Y el nuevo cierre del conjunto universitario habla de la meta deportiva fijada. “Creo que se ha configurado una plantilla muy completa y competitiva y se puede conseguir. Confío en los jugadores, no los conozco al 100%, pero sí he jugado contra ellos y sé que hay un grupo muy bueno para cumplir el objetivo”.