La familia de Bioparc Fuengirola (Málaga) continúa creciendo, ahora con la llegada de un pequeño rumiante considerado el más pequeño del mundo: la cría de ciervo ratón menor de Java.
Hace unas semanas, los equipos de veterinaria y zoología del parque se topaban con esta grata sorpresa. Al nacer, el cervatillo ya cuenta con un tamaño comparable al 30% de su madre y con un peso que ronda los 200 gramos.
Tras llegar al mundo y pasados unos minutos, estos pequeños pueden ponerse en pie sin problemas. A pesar de adquirir agilidad con rapidez para moverse por toda la zona en la que habita en el parque malagueño, el pequeño permanecerá escondido la mayor parte del tiempo, por lo que para los visitantes será difícil contemplarlo durante los primeros meses de vida, han indicado en un comunicado.
Las crías de ciervo ratón crecen con rapidez y en tan solo un par de meses pueden triplicar su peso. Cuando sean adultos alcanzarán los 1,5 o 1,8 kilogramos.
Este rumiante puede reproducirse en cualquier época del año, permitiendo que el nacimiento de nuevas crías sea frecuente. «La gestación dura unos cuatro meses y medio. En esta especie es bastante curioso el hecho de que se dan cópulas inmediatamente después del parto. La hembra entra en celo a la hora de parir, un celo fértil que le posibilita quedarse preñada de nuevo inmediatamente después de parir», ha explicado la veterinaria en Bioparc Fuengirola y directora de proyectos de conservación de la Fundación Bioparc, Rosa Martínez.
Se trata de una especie que alcanza su madurez sexual en torno a los cinco meses, momento a partir del cual puede comenzar a reproducirse. Estos animales tienden a formar grupos monógamos.
UNA ESPECIE TÍMIDA, SINGULAR Y DESCONOCIDA
El ciervo ratón menor, a diferencia de los ciervos europeos, no tiene astas, pero los machos desarrollan unos dientes superiores muy alargados y afilados parecidos a unos colmillos; unos caninos que las hembras no desarrollan.
Este mamífero cuenta con un pequeño y prehistórico sistema digestivo compuesto por tres estómagos –compartimentos distintos–, a diferencia del más evolucionado, compuesto por cuatro, de rumiantes como las vacas. Esta adaptación digestiva les permite la rumia, proceso en el que vuelven a masticar la comida que han ingerido previamente, y que los caracteriza como rumiantes, del mismo modo que hacen las vacas, las ovejas, las cabras y los ciervos.
Son animales que demuestran un comportamiento solitario y bastante tímido, además intentan pasar desapercibidos. Por este motivo, las personas que visiten Bioparc Fuengirola, pueden encontrar alguna dificultad para contemplarlos, porque generalmente se esconderán entre alguna rama o tronco.
A pesar de estar incluido en los programas de la EAZA y regulado por Cites, el ciervo ratón es un gran desconocido para la comunidad científica. Su pequeño tamaño hace que los trabajos de campo en su hábitat natural sean escasos, aunque sí existe una unanimidad en describir seis especies con múltiples subespecies que se distribuyen por las densas y recónditas selvas del sur de Asia.
Bioparc Fuengirola es uno de los parques que más éxito tiene en el EEP (Programa Europeo de Especies en Peligro) del ciervo ratón, en el que participa desde 2003. Durante estos más de veinte años, el parque ha registrado 16 nacimientos con este último.
