Los chicos de Guede revierten la dinámica de resultados dando un golpe encima de la mesa ante un flojo Mirandés. El cuadro blanquiazul fue una máquina de generar ocasiones durante los 90 minutos gracias, en gran parte, a la clarividencia de Gallar. Javi Jiménez abrió la lata antes del descanso. Rubén Castro por fin se estrenó con la casaca malaguista, mientras que Fran Sol fue el encargado de cerrar la cuenta. Aunque todo pudo cambiar con el 0-2, puesto que Raúl García recortó diferencias tras un penalti absurdo de Genaro. Lo negativo, las lesiones de Ramalho y Luis Muñoz, que abandonaron el césped tocados.
Mostrando la necesidad de vencer y convencer, el Málaga salió con la voz cantante en Anduva. Tanto que a los 10 segundos, una conexión ensayada entre Fran Sol y Gallar en el saque de centro, permitió a Febas plantarse en el mano a mano ante Ramón Juan. Pero su disparo se marchó desviado. Esa sería la tónica del primer tiempo en el que el Málaga mostró su capacidad ofensiva. Generando en transiciones, tanto por derecha como por izquierda. Con un ramillete de conexiones a las que únicamente les faltaba el premio del gol. Fran Sol, Luis Muñoz, Rubén Castro, de nuevo Febas… todos ellos contaron con ocasiones para abrir la lata. Un hecho que no se produciría hasta el último minuto del primer acto, cuando Javi Jiménez superó a Ramón Juan tras aprovechar el rechace de un disparo de Sol.
El descanso llegaba en el peor momento. Sin embargo, y a pesar de la salida de Luis Muñoz que ya había entrado en el 18’ por la lesión de Ramalho, el Málaga no levantó el pie del acelerador. Tanto que Juanfran se topó con el palo después de cabalgar hasta el área rival. Algo que no le sucedería a Rubén Castro, que por fin se estrenó con la blanquiazul oficialmente. La conexión procedente del Cartagena dio su primer rédito. Gallar la puso con música y el ariete canario la mandó a la red para ampliar la ventaja cuando apenas se contaban cinco minutos del segundo tiempo.
Tras el 0-2, le tocó turno a los locales que no perdonaron el penalti absurdo de Genaro que Raúl García convirtió desde los 11 metros. Pero inmediatamente después, y para atisbar cualquier duda, Fran Sol puso la guinda tras una magnífica asistencia nuevamente de Gallar. Un pase filtrado que lo dejó perfilado para cerrar la lata del partido.
En una fantástica actuación coral, el Málaga por fin se asemejó a lo que quiere Guede. Todos estuvieron a la altura de una cita en la que hacían falta agallas, valentía y futbol para levantar el 0-4 de hace apenas cinco días. Desde Gallar, pasando por Febas, Rubén Castro, Jozabed… todos y cada uno pusieron sobre el verde de Anduva su mejor versión. Todo al servicio de la causa. Todo por un objetivo. Ahora sí, prepárense porque se está cocinando algo muy interesante en Martiricos. Eso sí, el desorden defensivo en transición sigue siendo una de las asignaturas pendientes de este equipo.